Putativo

Este es el mundo del peatón. Tranquila belleza, la que yo personalmente encuentro, en este caso, en las aceras grises y sucias con sus pivotes, fatales para los coches , con sus papeleras en las que caben las cosas mas insólitas y sus portales de los cuales emergen grandes personajes a representar su escena. Aquí, uno del que sale una joven adolescente con la boca torcida en una mueca de enfado. Desde que abandona el peldaño del umbral una poderosa voz masculina solloza desconsolada en el Portero automático.



Voz masculina (portero)



Olga, no te vayas así. Lo siento, no quería decir eso, se que no tienes la culpa. Eres todo lo que tengo. Vuelve…



Olga



Por favor, papa, no llores. Tranquilo, no estoy enfadada contigo. Solo voy a dar una vuelta con mis amigas para despejarme. No te preocupes estaré de vuelta en un rato.



Padre (portero)



¡No! No te vayas. Me abandonaras. Me dejaras como hizo tu madre, por favor, sube y hablemos. Tú no puedes ser como ella, no me puedo creer que seas como ella.



Olga



He quedado, hablaremos luego.



Padre (portero)



¿Por qué me traicionas? Te he dado todo lo que tengo, todo lo que he podido. Pero aun así te vas con ella, ¿no es cierto? Eso es lo que vas a hacer. Para hundirme aun más en la miseria, os odio.



Olga

No te aguanto. Ese es tu problema crees que mama te abandono sin más, que se fue con otro, y crees que yo me iría con ella solo por hacerte infeliz. ¿Pero no ves que tienes que asumir tu parte de culpa? Es muy fácil hartarte de beber para evadirte y pasarte los días lamentando tu mala suerte y maldiciendo a mama, cuando deberías darte cuenta de que en este hoyo te has metido tu solito ¿Qué hiciste para que te degradaran en el trabajo? A eso se remonta todo y es donde tienes que empezar a buscar tu parte de culpa.



Padre (portero)



Ella decidió irse, como tu ahora, ¿Qué podía hacer yo? ¿Qué culpa tuve yo? No pude más que pedirle que me escuchara y no me escucho. ¿En que me equivoqué? ¿Por qué tuve la culpa?





Olga



Papa, por favor para. Mama nos abandono a los dos. Debemos estar unidos y ser fuertes. No quiero que estés así. Levántate mañana con una actitud positiva y todo será diferente.



Padre (portero)



Esa zorra. Como nos hace esto. No me lo puedo creer, no me lo puedo creer…- Pum, pam, poff, chas.- Zorra, puta, zorraaaa…



Olga



Para, para, por favor, no me hagas esto.



Padre (portero)



Pero, ¿Quién se ha creído que es? Esa fulana a la que alimente de mi sueldo, a la que vestí y ame. ¡¿Por qué me abandonó?! No lo soporto, ¿Por qué lo hizo? ¿Tan terrible soy? Ella es quien tiene la culpa de nuestra desgracia. Ella y solo ella. – pum, pam, pum.



Olga



Eres horrible. No te aguanto. No es solo que fueras terrible, eres cruel y además sigues siendo un borracho. No se como pudo soportarte. Ya estoy cansada de escuchar tus gilipolleces. Haz algo con tu vida si no quieres acabar pidiendo en el Carrefour o en el metro.



Padre (portero)



Estas intoxicada, hablas como ella, no eres más que el fruto podrido de una relación baldía y no sirves mas que como carne de esquina, mas te valdría reflexionar con la cara pegada a la almohada de cualquier drogata.



Olga



Papa, tu tranquilo, eso haré. Tu mientras tanto duerme la mona y mas te vale que te pongas las pilas porque se que no hablaras igual por la mañana y tu sabes que no aguantare otra de estas. Hasta luego.



Padre (portero)



¿Por qué me hablas así?



Olga



Siempre queda feo mandar a la mierda a tu padre.




Padre (portero)



Olga, eres muy fría.



Se marcha esbozando una leve sonrisa por esa última frase.

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