Dorado aspecto tenia la caravela española de aquel marino viejo al atardecer. Disfunciones termonucleares en las marismas que acongojan las descacharradas pelvis de los tribulantes.
- Esplendido zorras a estribor. Quien pudiera arrojar las anclas al abordaje de esas naves matronas.
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Salinos son los milores que gobiernan los pinrreles amarillos de aquellos reinos devotos del cordero dorado que con sus diez brazos abarca el ancho universo en una comunion irrealizable por los simios pensantes que pueblan y adoran al cordero. Amen todos sus sabias pergañetas.
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Descalzando todas las lineas de tu cuerpo una a una sin cobardes miradas de deseo que no llevan a ningun sitio.
Supravida
Para la vida se necesita aire y alimento, para la supravida se necesita dinero. De ahi la proliferacion de suministradores de supravida y la viciosa manera del viviente de afrontar la vida intentando mantener una supravida innecesaria. Para esta supravida el individuo no es necesario solo importan los bienes acumulables.
El mundo ya no vive ni sobrevive, supravive.
El supraviviente se engaña, en una palabra, pensando en la infinitud de su supravida, no dejando ver las limitaciones propias de su ser , por lo que se abandona en la supravivencia hasta el punto en que , no teniendo poder material, lucha ahora por su supervivencia en el mas amplio sentido.
Hemos olvidado a sobrevivir.
El mundo ya no vive ni sobrevive, supravive.
El supraviviente se engaña, en una palabra, pensando en la infinitud de su supravida, no dejando ver las limitaciones propias de su ser , por lo que se abandona en la supravivencia hasta el punto en que , no teniendo poder material, lucha ahora por su supervivencia en el mas amplio sentido.
Hemos olvidado a sobrevivir.
Omito
Nadie le dijo al mar que creceria y asi lo hizo.
Nadie le dijo al arbol que moriria y asi lo hizo.
Nadie me dijo que la verdad me doleria y lo hizo.
Bar-baro
Cariño, ¿sabrias decirme por donde se fue el joven imberbe que ocupo tu cama durante mi ausencia? Resulta inquietante, mancillas mi nombre bajo mil circunstancias y no lo permito.
Saldre a buscarlo por este distrito y cuando lo encuentre, cuando lo tenga de frente; sera un orgullo trovar sus gestas por los cobertizos. Por que te quiero, y aquel que te folle sera mi hermano, mi camarada, mi compañero. Y al calor de una copa de vino alabaremos la forma que te dio el divino. Sobre las barras de hierro fundido. Testigos chismosos de cuanto esa noche el y yo compartimos. En el nombre furioso del alcohol libertino.
Saldre a buscarlo por este distrito y cuando lo encuentre, cuando lo tenga de frente; sera un orgullo trovar sus gestas por los cobertizos. Por que te quiero, y aquel que te folle sera mi hermano, mi camarada, mi compañero. Y al calor de una copa de vino alabaremos la forma que te dio el divino. Sobre las barras de hierro fundido. Testigos chismosos de cuanto esa noche el y yo compartimos. En el nombre furioso del alcohol libertino.
Poor Boy
Bien, para esto necesito un par de ideas. Llevo algun tiempo dandole vueltas a esta idea tan sencilla que se esta convirtiendo en una pesadilla, creo que le falta algo pero no se donde ni que asi que si me hechais una mano seria de gran ayuda. Que mi publico decida y lo que ha de ser será.
(Poor boy) Supertramp.
La ajetreada urbe bulle de actividad, centenares de acorbatados por segundo en cada una de las avenidas principales, mirando de un lado a otro, sin reparar en el otro que se encuentra mentalmente a años luz del que ni siquiera le mira. Se mueven ordenados en pequeños pelotones que se disgregan a lo largo del recorrido. La circulación sanguínea a escala gigante. Pero una de nuestras células se niega a hacer su trabajo, veamos de quien se trata…
Siempre tu. El virus que infecta el organismo, la célula mas inútil del aparato circulatorio.
Un vagabundo algo menos harapiento que el estereotipo medio con su carro de supermercado en el que guarda mantas, un paraguas y objetos en cajas pequeñas de cartón. De su cuello aun colgaba hacia un lado una bonita corbata ancha que se remetía en el bolsillo de su camisa. Hombre joven de negocios venido a menos. Suele pasar.
(Cortar música)
Llega a una de las arterias principales empujando su carrito, deambula un poco observando mujeres con bolsas de ropa, jovencitos con carteras y algún que otro pintas.
Decide tomarse un respiro en un banco. Se sienta y se enciende un cigarrito. Percatase del mimo callejero frente a él pero le llama mas la atención la gente que se agolpa para verlo y aun mas la comida que los espectadores portan. Se relame evidentemente hambriento. Pero decide permanecer indiferente sabedor de que hasta bien entrada la tarde no podría comer. Sigue atentamente los pasos del actor de medio pelo el cual actúa como si fuera un pintor perfilando su obra maestra. Un caballete pequeño sobre una mesa le sirve de telón entre él y su público maravillado, pocos pero fieles. El lienzo siempre de espaldas, solo puede verse el gesticular constante del cariacontecido mimo.
El vagabundo ríe con sorna.
El pincel lanza estocadas certeras cubriendo todo el cuadro cada vez mas rápido, extasiado, el mimo, con su vaivén, la cara ya refleja los efectos del placer que produce la creación desenfrenada por la inspiración. De mala gana se acerca el desamparado buscando caridad y algo que llevarse a la boca, sucumbiendo a su estómago cada vez más desahuciado. Se la niegan entre gestos despectivos y tapándose las narices por el hedor. Vuelve al banco y enciende otro pito. Mientras tanto el pintor ficticio ya terminaba su aportación a la historia del arte. Con grandilocuencia anuncia sin palabras el fin del trabajo, secase el sudor con el trapo de los pinceles por lo que su frente se convierte en un borrón multicolor, todos expectantes. Y por fin, da la vuelta al caballete solemnemente y muestra el lienzo. Nada. Totalmente impoluto. Ni un solo trazo de oleo. El publico esta patidifuso, pero comienza un aplauso rabioso. El mimo, encantado, reverenciase por su publico. Pero un momento aun no ha terminado su gran puesta en escena, parece decir. Quita los seguros del caballete y recoge el lienzo. Lo alza y lo lanza contra el extremo sobresaliente de la mesa. Coge una lata de gasolina y comienza a rociarlo. (si llega la policia con el barullo) La polis se lo lleva a rastras con el mechero en la mano.(si no) Quema el lienzo y el publico enloquece. Un alegato a favor del arte ¿?, quien sabe. Llega el momento de recoger los beneficios y no pocos le hacen llegar su reconocimiento en forma de centimos, que recibe agradecido. El vagabundo queda atonito , con pelusilla. Cuando la gente ya se marcha este se acerca al mimo y le señala el sombrero de la colecta. A lo que responde escondiéndolo chulescamente bajo el brazo. Esto me lo he ganado yo, le indica el mimo, por supuesto sin llegar a decirlo.
El vagabundo queda pensativo, fija su mirada en las bolsas repletas que porta aquel blanquinegro personaje y percibe una pequeña lata de aluminio que sobresale de una de ellas. Sin pensárselo ayuda al mimo a recoger sus enseres, pero aprovecha un descuido para guardarse aquella lata. Cuando todo esta recogido el mimo le da las gracias quitandose el sombrero con el que habia recogido sus ganancias y se marcha.
Viéndose con aquella lata de comida, sale corriendo con su carro avenida abajo hasta la playa antes de que aquel confiado mimo se percatase del hurto.
Playa:
Sonriente, y sabedor de la suerte que había tenido, trataba de abrir aquella lata hermetica con todos sus esfuerzos, sin mayor suerte. Busca en su carro algun instrumento que le ayude en su tarea. Un paraguas, un bastón partido, una lata de refresco vacia… Intenta inventar un soplete casero con unas gafas rotas y un bote de desodorante… pero nada todo es inútil. Ya habia perdido la sonrisa por completo y unas espesas gotas de sudor le corrian por la frente. Harto y fatigado lanza la lata lo mas lejos que puede y tras impredecibles rebotes una parte de la lata queda en un lado y lo que seria la tapa queda boca arriba revelando su verdadero aspecto.
Una silueta masculina coronada por un difusor de perfume que ofrenda su culo al desdichado. Otra vez tendrás mejor suerte.
Posible segunda escena:
El vagabundo observa como se llevan al pirómano, entre gritos de “no aplacareis mi arte.” Paseando por la misma avenida. Una chica tocando la flauta llama su atención pero le atrae más la lata que se encuentra a su lado, a un par de metros. El resto podría ser la escena de la playa.
(Poor boy) Supertramp.
La ajetreada urbe bulle de actividad, centenares de acorbatados por segundo en cada una de las avenidas principales, mirando de un lado a otro, sin reparar en el otro que se encuentra mentalmente a años luz del que ni siquiera le mira. Se mueven ordenados en pequeños pelotones que se disgregan a lo largo del recorrido. La circulación sanguínea a escala gigante. Pero una de nuestras células se niega a hacer su trabajo, veamos de quien se trata…
Siempre tu. El virus que infecta el organismo, la célula mas inútil del aparato circulatorio.
Un vagabundo algo menos harapiento que el estereotipo medio con su carro de supermercado en el que guarda mantas, un paraguas y objetos en cajas pequeñas de cartón. De su cuello aun colgaba hacia un lado una bonita corbata ancha que se remetía en el bolsillo de su camisa. Hombre joven de negocios venido a menos. Suele pasar.
(Cortar música)
Llega a una de las arterias principales empujando su carrito, deambula un poco observando mujeres con bolsas de ropa, jovencitos con carteras y algún que otro pintas.
Decide tomarse un respiro en un banco. Se sienta y se enciende un cigarrito. Percatase del mimo callejero frente a él pero le llama mas la atención la gente que se agolpa para verlo y aun mas la comida que los espectadores portan. Se relame evidentemente hambriento. Pero decide permanecer indiferente sabedor de que hasta bien entrada la tarde no podría comer. Sigue atentamente los pasos del actor de medio pelo el cual actúa como si fuera un pintor perfilando su obra maestra. Un caballete pequeño sobre una mesa le sirve de telón entre él y su público maravillado, pocos pero fieles. El lienzo siempre de espaldas, solo puede verse el gesticular constante del cariacontecido mimo.
El vagabundo ríe con sorna.
El pincel lanza estocadas certeras cubriendo todo el cuadro cada vez mas rápido, extasiado, el mimo, con su vaivén, la cara ya refleja los efectos del placer que produce la creación desenfrenada por la inspiración. De mala gana se acerca el desamparado buscando caridad y algo que llevarse a la boca, sucumbiendo a su estómago cada vez más desahuciado. Se la niegan entre gestos despectivos y tapándose las narices por el hedor. Vuelve al banco y enciende otro pito. Mientras tanto el pintor ficticio ya terminaba su aportación a la historia del arte. Con grandilocuencia anuncia sin palabras el fin del trabajo, secase el sudor con el trapo de los pinceles por lo que su frente se convierte en un borrón multicolor, todos expectantes. Y por fin, da la vuelta al caballete solemnemente y muestra el lienzo. Nada. Totalmente impoluto. Ni un solo trazo de oleo. El publico esta patidifuso, pero comienza un aplauso rabioso. El mimo, encantado, reverenciase por su publico. Pero un momento aun no ha terminado su gran puesta en escena, parece decir. Quita los seguros del caballete y recoge el lienzo. Lo alza y lo lanza contra el extremo sobresaliente de la mesa. Coge una lata de gasolina y comienza a rociarlo. (si llega la policia con el barullo) La polis se lo lleva a rastras con el mechero en la mano.(si no) Quema el lienzo y el publico enloquece. Un alegato a favor del arte ¿?, quien sabe. Llega el momento de recoger los beneficios y no pocos le hacen llegar su reconocimiento en forma de centimos, que recibe agradecido. El vagabundo queda atonito , con pelusilla. Cuando la gente ya se marcha este se acerca al mimo y le señala el sombrero de la colecta. A lo que responde escondiéndolo chulescamente bajo el brazo. Esto me lo he ganado yo, le indica el mimo, por supuesto sin llegar a decirlo.
El vagabundo queda pensativo, fija su mirada en las bolsas repletas que porta aquel blanquinegro personaje y percibe una pequeña lata de aluminio que sobresale de una de ellas. Sin pensárselo ayuda al mimo a recoger sus enseres, pero aprovecha un descuido para guardarse aquella lata. Cuando todo esta recogido el mimo le da las gracias quitandose el sombrero con el que habia recogido sus ganancias y se marcha.
Viéndose con aquella lata de comida, sale corriendo con su carro avenida abajo hasta la playa antes de que aquel confiado mimo se percatase del hurto.
Playa:
Sonriente, y sabedor de la suerte que había tenido, trataba de abrir aquella lata hermetica con todos sus esfuerzos, sin mayor suerte. Busca en su carro algun instrumento que le ayude en su tarea. Un paraguas, un bastón partido, una lata de refresco vacia… Intenta inventar un soplete casero con unas gafas rotas y un bote de desodorante… pero nada todo es inútil. Ya habia perdido la sonrisa por completo y unas espesas gotas de sudor le corrian por la frente. Harto y fatigado lanza la lata lo mas lejos que puede y tras impredecibles rebotes una parte de la lata queda en un lado y lo que seria la tapa queda boca arriba revelando su verdadero aspecto.
Una silueta masculina coronada por un difusor de perfume que ofrenda su culo al desdichado. Otra vez tendrás mejor suerte.
Posible segunda escena:
El vagabundo observa como se llevan al pirómano, entre gritos de “no aplacareis mi arte.” Paseando por la misma avenida. Una chica tocando la flauta llama su atención pero le atrae más la lata que se encuentra a su lado, a un par de metros. El resto podría ser la escena de la playa.
I love this change
Ya no tendran que leer aquella estupidez de cuaderno de bitacora, desde hoy todo sera distinto.
Se lavan la cara los desheredados, se lavan el culo, el cuello y las manos,
magnifica herencia nos trajo pilatos, el desentendernos de cuanto manchamos,
cuando nos manchamos, nos la machacamos con rythim mulato,
pasando de todo, sabiendo de sobra que nada ha cambiado.
El cambio de imagen, no cambia al pazguato.
Se lavan la cara los desheredados, se lavan el culo, el cuello y las manos,
magnifica herencia nos trajo pilatos, el desentendernos de cuanto manchamos,
cuando nos manchamos, nos la machacamos con rythim mulato,
pasando de todo, sabiendo de sobra que nada ha cambiado.
El cambio de imagen, no cambia al pazguato.
Tal vez un campo de azucenas
Cuaderno de bitacora a 1 de septiembre del 2007: erase una vez un campo lleno de azucenas bellas, hermosas y por encima de todo jovenes, tallos incipientes que de alguna manera reflejaban las ansias por crecer todas juntas. Aquellas flores mas precoces abrieron sus petalos al sol antes que las otras, creian haber alcanzado su meta, mas bien lejos estaban de ella.
Los estambres alzaban la cabeza en busca del insecto oportuno para la posterior polinización. Tuvieron suerte y polinizaron campos que se encontraban a kilometros de distancia, llenando otros campos con su semilla. Pero aquel campo de azucenas fue marchitandose con cada invierno y cada primavera costaba mas recuperar su antiguo esplendor. Desperdigadas por aquel inmenso prado sobrevivian aun algunas azucenas esperando marchitarse cuanto mas tarde mejor. Se perdio la viveza de aquel campo de azucenas, un arido desierto comenzo a cubrirlo hasta que solo quedaron, arrugadas, separadas y marchitas las ultimas azucenas. Aquel campo cambio sus endemicas azucenas por exoticas amapolas.
Matadero ( Pag. 11- 20)
Cuaderno de bitacora a 31 de agosto del 2007: aqui una nueva aportación de esa historia sangrientoargentina que tanto me gusta, cada vez le cojo mas el hilo a guion surgido desde cero y que por el momento no pasa de esos lectores pero ahí queda el espíritu de que algun dia pueda ser valorada en formato cinematografico. Mientras tanto 10 nuevas paginas para el que le interese y para mi deleite personal...
Profesor
¿Bueno? ¿Quién es? Ah, hola. ¿Qué hay de nuevo? Si lo vi. Tranquilo los chicos están en el recreo. ¿Como se te ocurre montar ese quilombo? ¿Que era una prueba? Y a plena luz del día, imagina que se filtra fuera el suceso. Se iría todo a la mierda. No me jodas, iré a verte después de la clase. Tenemos que hablar de lo que tienes en mente, no me puedes ocultar maniobras semejantes. Estamos juntos en esto, así que me vas a contar pequeños detalles como el de ayer. Y no quiero ambigüedades. DIÁFANO.
¿Me explico?
Auricular
Claro que si, Jerónimo.
El profesor cuelga el teléfono visiblemente afectado, la cara torna púrpura de ira esta fuera de sus casillas y comienza a caminar de un lado a otro maldiciendo en catalán a todo dios conocido.
Jerónimo (en catalán)
Porque, cojones tuve que hacerle caso. Demente mental, infame, ¿Cómo puedo confiar en él? Esta volcado.
Andrea aparece de repente tras la puerta, sin decir nada pasa a su lado y recoge sus cosas, el profesor no le detiene, se echa en el sofá de orejas para calmarse. Mira al chico ir guardando uno a uno los libros académicos, cuando todo esta en su mochila se la echa al hombro, se fija en el jarrón con cinco rosas frescas que hay sobre la chimenea para tomar una de ellas y arrojarla al fuego. El profesor observa cuando el niño le dirige la mirada, siendo recompensado con un gesto de aprobación por parte de Jerónimo, con esto enfila la salida. Solo, escuchando el crepitar de la rosa, queda Jerónimo inmutable.
Los otros chavales esperan a Andrea en la esquina de la casa., Carlos es el siguiente en entrar a por sus cosas y tras él Franco hace lo propio. Ya todos listos toman dirección a la plaza. Son las doce del mediodía aproximadamente, cuando llegan se tiran en el césped y sacan la pelota pequeña con la que jugaban ayer a esa misma hora. Cuando ocurrió el desafortunado incidente, tras unos minutos allí una extraña sensación les recorre el cuerpo y los tres a la vez miran hacia el lugar en el que todavía están las manchas de sangre en el enlosado. Extrañamente confusos se acercan al borrón coagulado que ha adquirido un tono marrón, Andrea además se interna entre el seto para examinar lo que queda de la farola, esta completamente sesgado solo un tubo de acero de 20 centímetros de altura y unos milímetros de grosor.
Andrea
Chicos venid. Ved esto.- se acercan sus colegas- Para cortar esto han tenido que usar una hoja eléctrica, es demasiado grosor para cortarlo con las manos. Y no hay marcas de sierra. Mirad por los alrededores, a lo mejor hay alguna pista.
Franco
Ya inspeccionó la poli y no encontraron nada. Sin embargo, nosotros encontraremos algo.- irónico- no seas tan capullo.
Andrea
¿Qué es eso? Te lo dije. Ese cabrón no es ningún profesional, yo diría mas, un poco chapucero.
En lo alto del árbol que hacía sombra sobre la farola como dando cobijo al tubo metálico, ahora seccionado, puede verse completamente descolgado de una de las ramas más bajas, un guante blanco. El chico no tiene más que alzar la mano y recogerlo, solo esta enganchado superficialmente en un brote incipiente.
Andrea
Esto no lo esperabas, eh, Franco. Mira, Carlos, lo que hemos encontrado. ¿Carlos?- gira la cabeza, no lo ve por ninguna parte. Salen del césped tras el seto y ven a Carlos unos metros más allá de espaldas a ellos.
Se acercan lentamente con la pista en la mano de Andrea, mientras Carlos completamente pétreo mira al suelo. Llegan a su lado.
Andrea
Mira, se lo dije al inútil este. ¿Qué te pasa?
Carlos, con un palo en la mano, pinchaba el aire sin saber muy bien porqué, sus ojos contemplaban la sangre seca del chico muerto el día anterior. No responde a ningún estimulo, lo zarandean pero no reacciona. Esgrime el palo cual estoque sin dejar de atizar el vacío. Pero todo tiene una calma, por lo que, en un acto de catarsis paranoide, retrocede medio metro de la mancha para, finalmente, salir del trance.
Franco
¿Estás bien? Te llevaremos a casa.
Casa: sobre las dos del mediodía. Interior lleno de estanterías repletas de libros formando incluso filas dobles, una mesa de estudio con su silla correspondiente y una televisión sobre un pequeño mueble bar que hace las veces de mesita. En lo profundo de la vivienda sonido de agua, fuera música animada. Tocan a la puerta.
Voz (desde la ducha)
Ya va. Ya va.
Un hombre mayor de alrededor de 50 años cruza el salón con un batín de ducha puesto a medias, solo un brazo metido y media bata enrollada por la cintura mientras que el pelo completamente empapado le cae por debajo de los hombros, y por supuesto, las gotas se deslizan entre los pelos de su espalda. Mira por la mirilla para después abrir.
Hombre
Caballero Jerónimo, increíble, hacía ya algún tiempo que no me brindabas este honor. Pasa, ¿Quieres tomar algo?
Jerónimo
Tranquilo, no tengo mucho tiempo. Solo he venido por lo que hablamos.
Hombre
Pues me vas a permitir que yo deguste el whisky de después de la ducha.
Jerónimo
Ven aquí, boludo.- algo exasperado- tengo que hablar contigo sobrio. Que después comienzas a desvariar y perdemos el hilo, Teo. ¿En qué piensas? Me dijiste que comenzaríamos en breve. Eso fue en febrero, y ya estamos cerca del verano.
Su interlocutor, haciendo oídos sordos a las advertencias, andaba en la cocina echándose un copazo. Vuelve con él en la mano izquierda que estaba descubierta.
Jerónimo
¡Que te acabo de decir!
Teo
Tranquilo, señor Bosch. Parece que la sangre catalana aún hierve en tus venas. Me gusta. Lo de ayer fue una prueba, antes de la traca final.
Jerónimo
Maldito, psicópata ¿¡por que a plena luz del día?!¿¡Y en la plaza?! Estas chalado.
Teo
Quería que alguien lo viera.
Jerónimo
Genial, delirios de grandeza. ¿Ganas de mostrar tu arte?- irónico – casi lo echas todo a perder, estúpido.- enfurecido.
Teo
Señor Bosch – autoritario - no se enfade. Esta parte del plan le era desconocida porque no necesitaba conocerla. Lo que viene a continuación le atañe en gran medida. Así que présteme atención
La música de fuera se vuelve tétrica, casi cortando el aire.
Teo
La fiesta va a comenzar. – La música vuelve a ser suave- perdona que desconsiderado, ¿Has comido? ¿Te quedas a comer?
Jerónimo
Gracias.
Casa de Jerónimo Bosch; el profesor: por la tarde, tango argentino sale por los altavoces que cuelgan de las farolas. En casa se baila el tango.
El bandoneón inunda la sala, en el segundo piso, donde se contonean ante una pared de espejo Andrea y Cristina, los dos únicos alumnos de la peculiar escuela de baile, la profesora, señora de la casa y esposa de Jerónimo; Ivana Bosch. Danzan de un lado a otro dando golpes secos en el suelo a su paso, ambos son buenos bailarines y tratan de conseguir mejores resultados esforzándose al máximo.
Ivana
Muy bien chicos, ya es suficiente por hoy. Andrea debes perfeccionar tu expresión, estas demasiado tenso ¿Tienes algún problema?
Andrea
No, señora Bosch. Estoy preocupado por Carlos, esta mañana le dio una especie de ataque epiléptico. Lo llevamos a su casa pero se encontraba bien. Franco se ha quedado con él hasta que lleguen sus padres.
Ivana
Cariño, si esta con Franco no necesita que tu mente este con él, así que por favor mañana centrate en la clase. Cristy ¿puedes quedarte un momento?
La chica sentada en un banco de gimnasia secándose el sudor.
Cristina
Claro, Ivana.
Ivana
Andrea tu ya puedes ir a ducharte, llevate la bolsa con la ropa limpia, por favor.
El chico agarra de un asa la bolsa y se la lleva a rastras desparramando todo su contenido durante el trayecto por no cerrarla debidamente.
Ivana
Dile a Gloria que venga en veinte minutos, sigue estirando mientras tanto. (En voz baja)
La chica baja al piso de abajo para llamar a su amiga por teléfono. Mientras tanto, la señora Bosch sigue a Andrea a la ducha, el joven no ha cerrado por completo la puerta del aseo, despiste que aprovecha la mujer para echarle un ojo a su imberbe alumno que se exhibe con total naturalidad en su apogeo antes de entrar en la bañera para el vicioso deleite de la madura aunque su cara no refleje deseo sino mas bien curiosidad, embobada mordiéndose el labio inferior agachada tras la puerta.
Casa de Carlos: anochece ya. En el pueblecito casi nadie por la calle totalmente abandonada de circulación de cualquier tipo. El hilo musical vuelve a ser simplemente ambiental.
En el segundo piso de la casa una luz tenue escapa entre las livianas cortinas dibujando la silueta de un chico en la ventana. Es Franco quien, junto a la cama, protege la evolución de su compañero divagando en reflexiones personales sobre su entendimiento de sus circunstancias. De ambos. Los padres de Carlitos aún deben andar trabajando.
Franco
No puedo con él. ¿Quién se cree que es? Tío, no se que le pasa a este pueblo. Él es el niño bonito. Todo lo hace bien. Todos lo tratan de portento. Y no es más que un ególatra. Y Cristina no le quita ojo, cabrón.
Carlos tumbado en la cama.
Carlos
Yo no creo que lo traten de portento, es más, le exigen mucho más que a nosotros cuatro. Sabes lo que pasa, es el mayor de los cinco, y eso se debe notar en algo.
Franco
Si, ya. ¿Me vas a decir que ser hijo de Sigüenza no le da trato preferente?
Carlos
Eso que tiene que ver.
Franco
Que su padre es el director empresarial de la granja. Dirige a todos los habitantes del pueblo, como es normal su hijo debe ser bien tratado para que nadie sea despedido.
Carlos
Menuda estupidez. Ser director no le da derecho a despedir a nadie. Además mi padre me ha dicho que el dueño de la granja es el profesor Bosch. Él es quien decide los despidos.
Franco
No me trago esa milonga.
Carlos
Tú sabes que mi padre ha estado tres veces a punto de perder un dedo, pues después de que se lo pusieran por tercera vez, Sigüenza lo llamo a su despacho y después de la jornada fueron juntos a ver al profesor Bosch que le recriminó su torpeza… pero mantuvo su puesto.
Franco
¿De verdad? Bueno… pero Andrea es un mimado.
Carlos
Dale perico al torno. Tu lo que pasa es que eres un envidioso, si te gusta Cris. Díselo y punto.
Franco
No puedo.
Carlos
Vaya… ni comes ni dejas comer, pues que te den por culo.
Franco
¿Tu no estabas malo?- Irónico.- aún así, sigo pensando que hay algo raro en Andrea. Somos cinco jóvenes en todo un pueblo, no se puede prestar atención solo a uno. Eso es favoritismo.
Carlos
No le des tantas vueltas. Andrea esta loco. Asusta cuando se pone en plan autómata. Por lo demás, es posible que lo cuiden tanto por si le da un brote de esquizofrenia. ¿Tú qué sabes?
Franco
¿Por eso Juárez le deja la pipa? – Extrañado – Eso no concuerda de ninguna manera. Si fuese esquizofrénico sería peligroso darle un arma, podría albergar intenciones asesinas.
Carlos
Me estas cargando… deja ya el tema. Sus razones tendrán. – dándose la vuelta en la cama quedando cara a la pared.
Franco
No puede ser… fue él. – sorprendido.
Carlos
¿Él qué?
Franco
Él que asesinó a Horacio y a su novia. Hijo de puta, por eso sabia que había algo en la escena que la poli no encontró y por eso nos llevo al parque ese día, para que admiráramos su potencial homicida.
Carlos
No, perdona pero la idea de fumarnos las clases fue mía. Andrea no quería faltar… estas sacando las cosas de quicio. No seas conspiranoico.
Franco
Seguro que fue Andrea.
Llaman a la puerta principal, todavía temprano para que sean los padres de Carlos, este se levanta y baja a abrir. No son más de las nueve y cuarto, Andrea espera en la puerta y al ver a Carlos se dibuja una sonrisa en su cara.
Andrea
Che, ¿Cómo te encuentras? ¿Ya se te ha pasado todo? Se te ve bien.
Carlos
SI gracias. Pasa, Franco esta arriba en mi cuarto.
Andrea aún conserva el sombrero cordobés que utiliza en la clase de tango. Casi podría decirse que desde que se lo ponía para la clase hasta que se acostaba era una prolongación de su cuerpo. Nunca se lo quitaba
Al entrar en la habitación, Franco se levanta de la silla en la que está y se la cede amablemente a Andrea, ignorante de lo que se piensa de él.
Andrea
Chicos, veamos un momento el guante que encontramos esta tarde.
Abre su bolsa de deporte, saca el guante y lo extiende en la mesa frente a todos.
Andrea
¿Veis algo raro?
Franco lo coge con la punta de los dedos, lo zarandea un poco y algo pequeño cae del interior, algo gelatinoso.
Franco
Tíos, parece carne.
Carlos
¿Humana?
Andrea
No sé decirte. No lo parece.
Franco recoge del suelo la tajada de carne.
Franco
No, no es carne. Es un trozo de tela empapado en algo rojo – lo huele. - que no es sangre, sino pintura. Acrílica para ser exactos.
Andrea
¿Pintura? ¿Quien pinta en el pueblo o puede tener acceso a esa pintura?
Franco
Hace poco vi a Juárez pintando la verja de su casa… de rojo casualmente.
Andrea
No jodas, ¿Juárez? – Obnubilado – pero eso no tiene nada que ver, quiero decir, solo tenemos una prueba circunstancial. No podemos acusarle formalmente, es posible que el autor quiera incriminarlo.
Carlos
No lo creo. Yo también lo ví y además llevaba unos guantes como esos.
Andrea
No me jodas tú también…
Franco
Pero, también es cierto que no es el tipo de pintura que se usa para pintar verjas, esta pintura se utiliza para lienzos. ¿De donde habrá salido? Y este trocito de lienzo…
Carlos
No hay nadie por aquí que pinte.
Andrea
Iremos a ver a Juárez, el sabrá quien tiene acceso a estos materiales.
Franco
¿Porque tenemos que pensar que este guante es una pista fiable? ¿Dónde esta la relación con el accidente? Solo se encontraba cerca de la escena y demasiado a la vista para pasarlo por alto. La poli no es tan incompetente. Lo habría visto.
Carlos
Id a ver a Juárez, preguntadle quien tiene acceso a lienzos y pintura acrílica. Una pregunta inocente que no sugiere nada extraordinario. Como si quisieseis aficionaros a pintar, nada más. Y según lo que os diga, actuaremos en consecuencia.
Andrea
Estoy de acuerdo. No perdemos nada.
Franco
Que remedio, pero es perder el tiempo.
Sonido de cerradura en el piso de abajo, son las diez de la noche.
Andrea
Tus padres, bueno iremos a ver a Juárez de camino a casa.
En el umbral de la puerta de la habitación de Carlos aparece su madre seguida de su padre, este último se detiene junto a su mujer mostrando un vendaje abultado en su mano.
Andrea
¿Qué hay señora González? Señor González, ¿no me diga que le ha vuelto a pasar?
González
Ya ves hijo, gajes del oficio. (A su mujer) Cariño, voy a tomarme un calmante y a la cama.
Sr. González
Muy bien, ¿mañana no pensaras ir al trabajo?
González
Por supuesto que no.
Sr. González
Chicos, ¿os quedáis a cenar?
Franco
Gracias señora, pero tenemos que irnos.
Franco coge el guante lo echa en la bolsa de deporte de Andrea y se lo lleva a rastras a este ultimo.
Andrea
Adiós señora, tenemos que irnos.
Cayendo ya la noche, los chicos salen de casa de Carlos en dirección a la garita de Juárez, por la calle pequeños grupos de trabajadores que salen ahora del trabajo. Una marcha militar de aires triunfales suena por los altavoces. Recorren los últimos metros hasta la garita y encuentran al policía en la puerta de la garita con una taza de café en la mano. Los chicos se acercan a él.
Andrea
¿Cómo andás, Juárez?
Juárez
¿Qué haces aquí tan tarde?
Profesor
¿Bueno? ¿Quién es? Ah, hola. ¿Qué hay de nuevo? Si lo vi. Tranquilo los chicos están en el recreo. ¿Como se te ocurre montar ese quilombo? ¿Que era una prueba? Y a plena luz del día, imagina que se filtra fuera el suceso. Se iría todo a la mierda. No me jodas, iré a verte después de la clase. Tenemos que hablar de lo que tienes en mente, no me puedes ocultar maniobras semejantes. Estamos juntos en esto, así que me vas a contar pequeños detalles como el de ayer. Y no quiero ambigüedades. DIÁFANO.
¿Me explico?
Auricular
Claro que si, Jerónimo.
El profesor cuelga el teléfono visiblemente afectado, la cara torna púrpura de ira esta fuera de sus casillas y comienza a caminar de un lado a otro maldiciendo en catalán a todo dios conocido.
Jerónimo (en catalán)
Porque, cojones tuve que hacerle caso. Demente mental, infame, ¿Cómo puedo confiar en él? Esta volcado.
Andrea aparece de repente tras la puerta, sin decir nada pasa a su lado y recoge sus cosas, el profesor no le detiene, se echa en el sofá de orejas para calmarse. Mira al chico ir guardando uno a uno los libros académicos, cuando todo esta en su mochila se la echa al hombro, se fija en el jarrón con cinco rosas frescas que hay sobre la chimenea para tomar una de ellas y arrojarla al fuego. El profesor observa cuando el niño le dirige la mirada, siendo recompensado con un gesto de aprobación por parte de Jerónimo, con esto enfila la salida. Solo, escuchando el crepitar de la rosa, queda Jerónimo inmutable.
Los otros chavales esperan a Andrea en la esquina de la casa., Carlos es el siguiente en entrar a por sus cosas y tras él Franco hace lo propio. Ya todos listos toman dirección a la plaza. Son las doce del mediodía aproximadamente, cuando llegan se tiran en el césped y sacan la pelota pequeña con la que jugaban ayer a esa misma hora. Cuando ocurrió el desafortunado incidente, tras unos minutos allí una extraña sensación les recorre el cuerpo y los tres a la vez miran hacia el lugar en el que todavía están las manchas de sangre en el enlosado. Extrañamente confusos se acercan al borrón coagulado que ha adquirido un tono marrón, Andrea además se interna entre el seto para examinar lo que queda de la farola, esta completamente sesgado solo un tubo de acero de 20 centímetros de altura y unos milímetros de grosor.
Andrea
Chicos venid. Ved esto.- se acercan sus colegas- Para cortar esto han tenido que usar una hoja eléctrica, es demasiado grosor para cortarlo con las manos. Y no hay marcas de sierra. Mirad por los alrededores, a lo mejor hay alguna pista.
Franco
Ya inspeccionó la poli y no encontraron nada. Sin embargo, nosotros encontraremos algo.- irónico- no seas tan capullo.
Andrea
¿Qué es eso? Te lo dije. Ese cabrón no es ningún profesional, yo diría mas, un poco chapucero.
En lo alto del árbol que hacía sombra sobre la farola como dando cobijo al tubo metálico, ahora seccionado, puede verse completamente descolgado de una de las ramas más bajas, un guante blanco. El chico no tiene más que alzar la mano y recogerlo, solo esta enganchado superficialmente en un brote incipiente.
Andrea
Esto no lo esperabas, eh, Franco. Mira, Carlos, lo que hemos encontrado. ¿Carlos?- gira la cabeza, no lo ve por ninguna parte. Salen del césped tras el seto y ven a Carlos unos metros más allá de espaldas a ellos.
Se acercan lentamente con la pista en la mano de Andrea, mientras Carlos completamente pétreo mira al suelo. Llegan a su lado.
Andrea
Mira, se lo dije al inútil este. ¿Qué te pasa?
Carlos, con un palo en la mano, pinchaba el aire sin saber muy bien porqué, sus ojos contemplaban la sangre seca del chico muerto el día anterior. No responde a ningún estimulo, lo zarandean pero no reacciona. Esgrime el palo cual estoque sin dejar de atizar el vacío. Pero todo tiene una calma, por lo que, en un acto de catarsis paranoide, retrocede medio metro de la mancha para, finalmente, salir del trance.
Franco
¿Estás bien? Te llevaremos a casa.
Casa: sobre las dos del mediodía. Interior lleno de estanterías repletas de libros formando incluso filas dobles, una mesa de estudio con su silla correspondiente y una televisión sobre un pequeño mueble bar que hace las veces de mesita. En lo profundo de la vivienda sonido de agua, fuera música animada. Tocan a la puerta.
Voz (desde la ducha)
Ya va. Ya va.
Un hombre mayor de alrededor de 50 años cruza el salón con un batín de ducha puesto a medias, solo un brazo metido y media bata enrollada por la cintura mientras que el pelo completamente empapado le cae por debajo de los hombros, y por supuesto, las gotas se deslizan entre los pelos de su espalda. Mira por la mirilla para después abrir.
Hombre
Caballero Jerónimo, increíble, hacía ya algún tiempo que no me brindabas este honor. Pasa, ¿Quieres tomar algo?
Jerónimo
Tranquilo, no tengo mucho tiempo. Solo he venido por lo que hablamos.
Hombre
Pues me vas a permitir que yo deguste el whisky de después de la ducha.
Jerónimo
Ven aquí, boludo.- algo exasperado- tengo que hablar contigo sobrio. Que después comienzas a desvariar y perdemos el hilo, Teo. ¿En qué piensas? Me dijiste que comenzaríamos en breve. Eso fue en febrero, y ya estamos cerca del verano.
Su interlocutor, haciendo oídos sordos a las advertencias, andaba en la cocina echándose un copazo. Vuelve con él en la mano izquierda que estaba descubierta.
Jerónimo
¡Que te acabo de decir!
Teo
Tranquilo, señor Bosch. Parece que la sangre catalana aún hierve en tus venas. Me gusta. Lo de ayer fue una prueba, antes de la traca final.
Jerónimo
Maldito, psicópata ¿¡por que a plena luz del día?!¿¡Y en la plaza?! Estas chalado.
Teo
Quería que alguien lo viera.
Jerónimo
Genial, delirios de grandeza. ¿Ganas de mostrar tu arte?- irónico – casi lo echas todo a perder, estúpido.- enfurecido.
Teo
Señor Bosch – autoritario - no se enfade. Esta parte del plan le era desconocida porque no necesitaba conocerla. Lo que viene a continuación le atañe en gran medida. Así que présteme atención
La música de fuera se vuelve tétrica, casi cortando el aire.
Teo
La fiesta va a comenzar. – La música vuelve a ser suave- perdona que desconsiderado, ¿Has comido? ¿Te quedas a comer?
Jerónimo
Gracias.
Casa de Jerónimo Bosch; el profesor: por la tarde, tango argentino sale por los altavoces que cuelgan de las farolas. En casa se baila el tango.
El bandoneón inunda la sala, en el segundo piso, donde se contonean ante una pared de espejo Andrea y Cristina, los dos únicos alumnos de la peculiar escuela de baile, la profesora, señora de la casa y esposa de Jerónimo; Ivana Bosch. Danzan de un lado a otro dando golpes secos en el suelo a su paso, ambos son buenos bailarines y tratan de conseguir mejores resultados esforzándose al máximo.
Ivana
Muy bien chicos, ya es suficiente por hoy. Andrea debes perfeccionar tu expresión, estas demasiado tenso ¿Tienes algún problema?
Andrea
No, señora Bosch. Estoy preocupado por Carlos, esta mañana le dio una especie de ataque epiléptico. Lo llevamos a su casa pero se encontraba bien. Franco se ha quedado con él hasta que lleguen sus padres.
Ivana
Cariño, si esta con Franco no necesita que tu mente este con él, así que por favor mañana centrate en la clase. Cristy ¿puedes quedarte un momento?
La chica sentada en un banco de gimnasia secándose el sudor.
Cristina
Claro, Ivana.
Ivana
Andrea tu ya puedes ir a ducharte, llevate la bolsa con la ropa limpia, por favor.
El chico agarra de un asa la bolsa y se la lleva a rastras desparramando todo su contenido durante el trayecto por no cerrarla debidamente.
Ivana
Dile a Gloria que venga en veinte minutos, sigue estirando mientras tanto. (En voz baja)
La chica baja al piso de abajo para llamar a su amiga por teléfono. Mientras tanto, la señora Bosch sigue a Andrea a la ducha, el joven no ha cerrado por completo la puerta del aseo, despiste que aprovecha la mujer para echarle un ojo a su imberbe alumno que se exhibe con total naturalidad en su apogeo antes de entrar en la bañera para el vicioso deleite de la madura aunque su cara no refleje deseo sino mas bien curiosidad, embobada mordiéndose el labio inferior agachada tras la puerta.
Casa de Carlos: anochece ya. En el pueblecito casi nadie por la calle totalmente abandonada de circulación de cualquier tipo. El hilo musical vuelve a ser simplemente ambiental.
En el segundo piso de la casa una luz tenue escapa entre las livianas cortinas dibujando la silueta de un chico en la ventana. Es Franco quien, junto a la cama, protege la evolución de su compañero divagando en reflexiones personales sobre su entendimiento de sus circunstancias. De ambos. Los padres de Carlitos aún deben andar trabajando.
Franco
No puedo con él. ¿Quién se cree que es? Tío, no se que le pasa a este pueblo. Él es el niño bonito. Todo lo hace bien. Todos lo tratan de portento. Y no es más que un ególatra. Y Cristina no le quita ojo, cabrón.
Carlos tumbado en la cama.
Carlos
Yo no creo que lo traten de portento, es más, le exigen mucho más que a nosotros cuatro. Sabes lo que pasa, es el mayor de los cinco, y eso se debe notar en algo.
Franco
Si, ya. ¿Me vas a decir que ser hijo de Sigüenza no le da trato preferente?
Carlos
Eso que tiene que ver.
Franco
Que su padre es el director empresarial de la granja. Dirige a todos los habitantes del pueblo, como es normal su hijo debe ser bien tratado para que nadie sea despedido.
Carlos
Menuda estupidez. Ser director no le da derecho a despedir a nadie. Además mi padre me ha dicho que el dueño de la granja es el profesor Bosch. Él es quien decide los despidos.
Franco
No me trago esa milonga.
Carlos
Tú sabes que mi padre ha estado tres veces a punto de perder un dedo, pues después de que se lo pusieran por tercera vez, Sigüenza lo llamo a su despacho y después de la jornada fueron juntos a ver al profesor Bosch que le recriminó su torpeza… pero mantuvo su puesto.
Franco
¿De verdad? Bueno… pero Andrea es un mimado.
Carlos
Dale perico al torno. Tu lo que pasa es que eres un envidioso, si te gusta Cris. Díselo y punto.
Franco
No puedo.
Carlos
Vaya… ni comes ni dejas comer, pues que te den por culo.
Franco
¿Tu no estabas malo?- Irónico.- aún así, sigo pensando que hay algo raro en Andrea. Somos cinco jóvenes en todo un pueblo, no se puede prestar atención solo a uno. Eso es favoritismo.
Carlos
No le des tantas vueltas. Andrea esta loco. Asusta cuando se pone en plan autómata. Por lo demás, es posible que lo cuiden tanto por si le da un brote de esquizofrenia. ¿Tú qué sabes?
Franco
¿Por eso Juárez le deja la pipa? – Extrañado – Eso no concuerda de ninguna manera. Si fuese esquizofrénico sería peligroso darle un arma, podría albergar intenciones asesinas.
Carlos
Me estas cargando… deja ya el tema. Sus razones tendrán. – dándose la vuelta en la cama quedando cara a la pared.
Franco
No puede ser… fue él. – sorprendido.
Carlos
¿Él qué?
Franco
Él que asesinó a Horacio y a su novia. Hijo de puta, por eso sabia que había algo en la escena que la poli no encontró y por eso nos llevo al parque ese día, para que admiráramos su potencial homicida.
Carlos
No, perdona pero la idea de fumarnos las clases fue mía. Andrea no quería faltar… estas sacando las cosas de quicio. No seas conspiranoico.
Franco
Seguro que fue Andrea.
Llaman a la puerta principal, todavía temprano para que sean los padres de Carlos, este se levanta y baja a abrir. No son más de las nueve y cuarto, Andrea espera en la puerta y al ver a Carlos se dibuja una sonrisa en su cara.
Andrea
Che, ¿Cómo te encuentras? ¿Ya se te ha pasado todo? Se te ve bien.
Carlos
SI gracias. Pasa, Franco esta arriba en mi cuarto.
Andrea aún conserva el sombrero cordobés que utiliza en la clase de tango. Casi podría decirse que desde que se lo ponía para la clase hasta que se acostaba era una prolongación de su cuerpo. Nunca se lo quitaba
Al entrar en la habitación, Franco se levanta de la silla en la que está y se la cede amablemente a Andrea, ignorante de lo que se piensa de él.
Andrea
Chicos, veamos un momento el guante que encontramos esta tarde.
Abre su bolsa de deporte, saca el guante y lo extiende en la mesa frente a todos.
Andrea
¿Veis algo raro?
Franco lo coge con la punta de los dedos, lo zarandea un poco y algo pequeño cae del interior, algo gelatinoso.
Franco
Tíos, parece carne.
Carlos
¿Humana?
Andrea
No sé decirte. No lo parece.
Franco recoge del suelo la tajada de carne.
Franco
No, no es carne. Es un trozo de tela empapado en algo rojo – lo huele. - que no es sangre, sino pintura. Acrílica para ser exactos.
Andrea
¿Pintura? ¿Quien pinta en el pueblo o puede tener acceso a esa pintura?
Franco
Hace poco vi a Juárez pintando la verja de su casa… de rojo casualmente.
Andrea
No jodas, ¿Juárez? – Obnubilado – pero eso no tiene nada que ver, quiero decir, solo tenemos una prueba circunstancial. No podemos acusarle formalmente, es posible que el autor quiera incriminarlo.
Carlos
No lo creo. Yo también lo ví y además llevaba unos guantes como esos.
Andrea
No me jodas tú también…
Franco
Pero, también es cierto que no es el tipo de pintura que se usa para pintar verjas, esta pintura se utiliza para lienzos. ¿De donde habrá salido? Y este trocito de lienzo…
Carlos
No hay nadie por aquí que pinte.
Andrea
Iremos a ver a Juárez, el sabrá quien tiene acceso a estos materiales.
Franco
¿Porque tenemos que pensar que este guante es una pista fiable? ¿Dónde esta la relación con el accidente? Solo se encontraba cerca de la escena y demasiado a la vista para pasarlo por alto. La poli no es tan incompetente. Lo habría visto.
Carlos
Id a ver a Juárez, preguntadle quien tiene acceso a lienzos y pintura acrílica. Una pregunta inocente que no sugiere nada extraordinario. Como si quisieseis aficionaros a pintar, nada más. Y según lo que os diga, actuaremos en consecuencia.
Andrea
Estoy de acuerdo. No perdemos nada.
Franco
Que remedio, pero es perder el tiempo.
Sonido de cerradura en el piso de abajo, son las diez de la noche.
Andrea
Tus padres, bueno iremos a ver a Juárez de camino a casa.
En el umbral de la puerta de la habitación de Carlos aparece su madre seguida de su padre, este último se detiene junto a su mujer mostrando un vendaje abultado en su mano.
Andrea
¿Qué hay señora González? Señor González, ¿no me diga que le ha vuelto a pasar?
González
Ya ves hijo, gajes del oficio. (A su mujer) Cariño, voy a tomarme un calmante y a la cama.
Sr. González
Muy bien, ¿mañana no pensaras ir al trabajo?
González
Por supuesto que no.
Sr. González
Chicos, ¿os quedáis a cenar?
Franco
Gracias señora, pero tenemos que irnos.
Franco coge el guante lo echa en la bolsa de deporte de Andrea y se lo lleva a rastras a este ultimo.
Andrea
Adiós señora, tenemos que irnos.
Cayendo ya la noche, los chicos salen de casa de Carlos en dirección a la garita de Juárez, por la calle pequeños grupos de trabajadores que salen ahora del trabajo. Una marcha militar de aires triunfales suena por los altavoces. Recorren los últimos metros hasta la garita y encuentran al policía en la puerta de la garita con una taza de café en la mano. Los chicos se acercan a él.
Andrea
¿Cómo andás, Juárez?
Juárez
¿Qué haces aquí tan tarde?
SUPERLATIVO
Cuaderno de bitacora a 30 de agosto del 2007:
Hoy les contare la historia de un muchacho, infeliz entre los infelices, que sufrio o sufrira, una terrible maldicion. Helo aqui; que, por las dimensiones descomunales de su falo, fue declarado por las autoridades como arma blanca. Observese que tras el anuncio, el susodicho, se vio obligado a prescindir de su herramienta para cualquier tarea mundana. No se le permite acostarse con chicas ya que podria ser acusado de agresion. Y tampoco se le permite orinar en baños publicos, por poder ser acusado de amenazas. Así, se lio la manta a la cabeza...
y la polla a la cintura, para vivir aislado en el nacimiento de un rio. Poco tiempo despues su vegija revosaba orin de tal manera que implosiono para posteriormente reventar hacia fuera exterminando al muchacho. Un aguacero de orin cubrio el cielo y se precipito con violencia sobre el suelo yendo a parar al rio que desde entonces bajo hasta el mar cromado por la rojiamarilla sutancia. Y fue asi denominado Orinoco a aquel lugar sagrado.
Hoy les contare la historia de un muchacho, infeliz entre los infelices, que sufrio o sufrira, una terrible maldicion. Helo aqui; que, por las dimensiones descomunales de su falo, fue declarado por las autoridades como arma blanca. Observese que tras el anuncio, el susodicho, se vio obligado a prescindir de su herramienta para cualquier tarea mundana. No se le permite acostarse con chicas ya que podria ser acusado de agresion. Y tampoco se le permite orinar en baños publicos, por poder ser acusado de amenazas. Así, se lio la manta a la cabeza...
y la polla a la cintura, para vivir aislado en el nacimiento de un rio. Poco tiempo despues su vegija revosaba orin de tal manera que implosiono para posteriormente reventar hacia fuera exterminando al muchacho. Un aguacero de orin cubrio el cielo y se precipito con violencia sobre el suelo yendo a parar al rio que desde entonces bajo hasta el mar cromado por la rojiamarilla sutancia. Y fue asi denominado Orinoco a aquel lugar sagrado.
Sundance, Sitges y Cannes
Cuaderno de bitacora a 31 de julio del 2007: dada mi cabeza inqueta de aficiones poco duraderas, la escritura se encauza por caminos escabrosos y me lleva con ella, a veces a remo y poco a vela. Aqui les dejo otro cachito del trabajo de cada dia laborable del menesteroso.
Recibo premios ex aequo en to los festivales;a los que me presento,
represento a mi moral ante los tribunales de fusilamiento,
que me dicen que es imposible robarle el puesto a las divinidades;
aunque los iguales, no quedaras contento, pero lo intento,
con frases triviales que me invento tal como me salen,
himnos para mortales, son fraquitos con sales; orientales,
para el relax del pueblo.
Recibo premios ex aequo en to los festivales;a los que me presento,
represento a mi moral ante los tribunales de fusilamiento,
que me dicen que es imposible robarle el puesto a las divinidades;
aunque los iguales, no quedaras contento, pero lo intento,
con frases triviales que me invento tal como me salen,
himnos para mortales, son fraquitos con sales; orientales,
para el relax del pueblo.
Pretty woman
El cariñoso abrazo del carmín sobre mi verga. Trazo con los dedos alegorías de tus virtudes y tonterías. Quien mas podría labrar mis piernas con suaves besitos tiernos que te inventas, sobre la marcha lo que quieras. Casi sin aire, así es como me dejas, me siento como el ahorcado que empalmado supone que esta es la buena, equivocado, pues lo único que no cuelga es el nabo. O falo, que no es na raro, solo la polla, que resuella cuando algo esta notando, será por ella que maneja con arte el timón de mando y a los tripulantes, todos contentos, no hay ni un mal viento, pero no importa, por que la pone en movimiento, timón recio, siempre avanzando y cuando quiere, sin miramientos, dirige la nave hacia barlovento. Voluptuosos senos dijeron los poetas mas yo no seré menos y tus algodonadas tetas, serán el monumento que ilustre a los profetas, como la meca, y entre risas habrá misas pa que todos puedan verlas, exuberantes, radiantes y quietas. Tal vez, si lo pidieras, te regalaría mis ojos pa que en ellos te vieras y ver los tuyos a través de las cuencas mirándome tan fija que deje las huellas de las almendras coronadas de chispitas que en tu cara albergas. Y es que siguiendo tus premisas la televisión local lo televisa, y en digital; si te antenizas, la sonrisa vertical que se estiliza según baja a tu entrepierna, como gota de rocío que sempiterna, riega el césped de amoríos y otras hierbas. Amor mío, serás eterna.
Cinema Paradisso
Cuaderno de bitacora a 19 de julio del 2007: hola famila, he descubierto aterrado que la mente soñadora que fantasea entre ilusiones es destrozada a cada segundo que pasa por el tiempo. Este es el mas terrible adversario que tenemos a lo largo de nuestro paso. Todo lo que un día cubrió con alegria todas las esperanzas se evapora en nubes de mentiras y palos, que, como no podria ser de otra manera, minan al soñador hasta volverlo un pesimista. Y aunque este no es mi caso, personalmente, pues aún soy joven me hago a la idea de que no todos mis sueños seran realizables. ¿ quiere eso decir que morire sin sentirme realizado? espero que no, pero si me acongoja que destrozen lo que creo a base de lógica demágógica, verborreando mentiras sobre mis creencias. Pues mi sitio esta en el arte, lo se mas arriba o mas abajo se que ese es mi sino ya que aunque mediocre, nada me satisface más que la creación. Se lo que siente un diós y es maravilloso. tal vez en algun momento del futuro pueda sacar pecho cuando me hablen de mi obra tal como haría un padre orgulloso pero todavia no es momento de fliparse, no es lo que quiero. Este es mi campo, mi sitio en la vida. tal vez haya devaneado entre una u otra disciplina, siempre esta bien tocar todos los palos, pero el cine... es mi amante mas fiel. Probablemente sea como lanzar gritos al viento desde la cima de una montaña, siempre esperando que tu voz sea la que llegue más lejos pero yo prefiero dedicar mis esfuerzos en intentar llegar mas abajo, a lo profundo, casi a la costa... y no a la montaña de enfrente. Siento la tierra bajo mis pies clavandoseme guijarros en el talon.
Matadero (Pag. 1- 10)
Cuaderno de Bitacora a 13 de julio del 2007: como ayer les adelante, me dispongo a publicar un adelanto del guion en el que estoy trabajando para disfrute y ansia de los cuatro que leen esto (si llegan a 4) pero bueno. que lo disfrute el que lo lea aunque sea dentro de dos años...
- Interior: un pasillo.
Son solo las diez y ya ando fregando este mugriento suelo, ya le dije mil y una veces al viejo que mas valdría cambiarlo que estar fregándolo todas las noches. La sangre no se va fácilmente, mas aun cuando esta reseca formando amplios núcleos en los que se encuentra totalmente coagulada, en ocasiones, me ha mandado el viejo a limpiar con una pequeña espátula, a mí siempre me ha gustado rascarla por su semejanza con el linóleo al ser rasgado con la gubia afilada. En mi adolescencia había practicado esta técnica plástica y los resultados, tan irregulares y lineales me encantaban. Lo siento este trabajo es desagradable para el menos escrupuloso, yo solo necesito pensar en símiles que me hagan mas fácil soportar que me encuentro en lugar más loco y sangriento del mundo, hacemos de todo: cortamos cabezas, troceamos cadáveres los lavamos bien, aunque nunca es suficiente, trasladamos los restos empaquetados y ya están listos para ser enviados al cliente que solícitamente encargó su pieza. Soy solo una pieza mas del…
MATADERO.
En lo mas alto de una colina exhalando pútridos humos por dos de sus cuatro bocas se levanta un edificio de proporciones míticas que empequeñeceríamos solo con mirarlo no tanto por su vastedad sino por aparentar amabilidad con esa pinta de granja de pollos y vacas escondiendo los terribles y crueles sucesos por los que lloran sus muros. Originariamente pensado para albergar turbas de obreros enfurecidos trabajando sin descanso en turnos de doce horas para sacar adelante la planta siderúrgica que es lo que era…originariamente.
Una pareja de enamorados pasean por el pueblo al pie de la fábrica junto a la fuente del parque, se detienen y se besan. No saben cuan cerca está el fin de ambos.
Muchacha
Cielo, el año que viene voy a estudiar fuera, lo sabes ¿no? No quiero que lo nuestro acabe y tengo miedo de que no soportes la soledad.
Muchacho
No, te prometo estar bien. Te esperaré tanto como haga falta. Yo también tengo miedo de que te sientas sola. ¿Estas segura de que no te arrepentirás? Quiero que hagas realidad tus sueños, pero me gustaría que lo hicieras conmigo.
Muchacha
Todo será como soñado. Estaré de vuelta pronto, casi no sabrás que me he ido. – ríe sinceramente pasa sus brazos por el cuello de su amante y le planta un beso al que solo le faltaba la cámara dando vueltas alrededor.
Todo muy pástel, un empacho de bobaliconeria que bien se merecía un par de tiros a cada uno…la estampa de cine, los dos frente a la fuente fundidos en un amor inquebrantable, alrededor y a lo largo del parque algunos señores mayores fumando un cigarrito comentando las ultimas noticias políticas o algún que otro joven “despistado” anda a las doce de la mañana tirado con compañeros pasándose una pequeña pelotita multicolor. La pareja reemprende su marcha livianos, flotan de amor, escasos metros más adelante el tacón de la chica se desprende de la suela y se detiene, el chico continúa un momento y cuando se percata se para en seco. Instante en el que cae sobre ellos en perpendicular una farola que impacta sobre el hombro del chico partiendo su cuerpo cual folio, tal vez un folio hubiese puesto más resistencia, muere en el acto, su columna se desencaja como una pieza de un puzzle mal colocada y queda en una horrible e inhumana posición pero la chica tiene peor suerte ya que se lleva el golpe en la espalda, quebrándose por la cintura y perdiendo toda sensibilidad en las piernas mala suerte que el golpe en la cabeza ha sido demasiado suave para provocarle la muerte y se desangra lentamente por las múltiples hemorragias que, aunque graves, no la han matado.
Grita, llora, gasta sus últimos alientos pidiéndoles ayuda a los señores que leían despreocupadamente los periódicos. Los abuelos no saben que hacer y los mozalbetes llegan raudos a oler lo que pasa, la chica casi no puede articular palabra y ya solo emite bocanadas de aire.
Abuelo 1
¡Por dios, que alguien llame una ambulancia! Pero pobre chica.
Abuelo 2
Ya estoy llamando, (Dándose la vuelta) No me lo puedo creer. (Contestan) ¿Si? ¿Hola? ¡Señorita mande inmediatamente una ambulancia a la plaza del pueblo! URGENTE. (A viva voz)
Mientras el otro señor mayor se acerca a la joven y comienza a procurarle asistencia, por todos los medios intentan levantar la farola que aprisiona a la chica pero es innecesario y peligroso ya que, en ese estado solo conseguirían que las heridas se le abrieran en el momento de levantarla para morir desangrada en pocos minutos.
Abuelo 3 (junto a ella.)
No te preocupes. La ambulancia llegara en seguida, no te preocupes.
El abuelo esta trastornado nunca había imaginado nada tan terrible en su pequeño pueblo de provincias, nada hacia sospechar un desastre así, de esta magnitud, estaba destrozado. Sus manos tenían sangre de la joven y aun así no se lo creía, una lágrima brotó de sus cuencas, el resto de su vida vacías; ya que tras el suceso se arrancó los ojos.
La nota frívola nos la regalan amablemente y con toda su inocencia los niños que, no contentos con el espectáculo lamentable de la chica atrapada, se acercan al novio muerto en una flexible postura con sendos palos, hurgando con ellos las heridas del muerto sin que este dé una queja formal, esta muerto obviamente. Nadie observa a los mocosos que incordian el cuerpo con saña hasta que este les devuelve la jugada partiéndose, ahora si, completamente por la mitad y matando consecuentemente a su enamorada.
Las asistencias llegaron muy tarde. Los forenses llegaron pronto.
TV
La policía inspeccionó la escena, encontraron marcas en la farola que podrían corresponder con algún tipo de hoja afilada tal vez un hacha o un cuchillo descartan por tanto el uso de sierras ya que la marca era completamente lisa por lo que la investigación esta siendo muy complicada dado el amplio número de armas blancas que tienen que cotejar. No se encontraron pistas más relevantes. Seguiremos informando.
Nublado tras las cortinas casi inexistentes se apreciaban las uñas sin cortar del dueño de la casa sobre el quicio de la ventana, fuera, donde va a parar todo aquel nauseabundo humo que tapa las fosas nasales como si fuera manteca, hablan las chicas junto al árbol, una música electrónica de melodía indescifrable suena desde algún sitio, pero el amplio barrio residencial es un laberíntico espacio lúdico en el que nadie podría decir a ciencia cierta de donde provenía el sonido, algún rollo de radio-frecuencias. Que provocaba extraños fenómenos aditivos. Las chicas lo ignoraban.
Chica 1
¿Has visto a Andrea esta mañana? ¡Qué mono! Me encanta que se ponga esos sombreros tan elegantes, parece tan sofisticado y misterioso, me intrigaría saber alguno de esos secretos que custodia. Es demasiado interesante.
Chica 2
Tienes razón. Es guapo, además. Y tremendamente sexy. No me importaría echarle el lazo. Realmente yo solo quiero que baile conmigo uno de esos cadenciosos tangos. Cristy, échame una mano te prometo que después será completamente tuyo pero yo también quiero disfrutar de esos bailes entre la gente tal como lo hacen las princesas de los cuentos.
Cristina
Claro, mujer estaré encantada de concederte el baile final en las fiestas de este año pero deberías hablar con el principal interesado para prepararte físicamente. Esta tarde tengo clase con él si quieres ven a vernos y hablaremos sobre tu puesta en escena. (Solemne) La grandiosa Gloria, interpretara el tango de la muerte junto al temerario Andrea. Jajaja
Gloria
Si, la verdad es que tiene gracia. Jajajajaja,
Las amigas ríen despreocupadamente trazando planes para las próximas fiestas patronales con la joven presa de sus deseos en el punto de mira, ambas pretendían hacerlo suyo pero a pesar de su juventud no hay disputas ni malos modos en sus formas. Tal vez por criarse los tres juntos en un ambiente familiar tan amplio como el de todo un pueblo.
Creo que como narrador me corresponde la idea de situar los hechos sino todo lo acontecido seria menos comprensible así que interesado lector le dedico ahora un poco de tiempo a esa tarea…
Una vez traspasadas las primeras líneas del relato diario del periódico local todo comenzaba a tomar forma a las primeras horas de la mañana. En la villa solo él estaba despierto desde las seis de la mañana, alguien tenía que hacerlo, alguien tenia que proteger al ciudadano, aunque en honor a la verdad en cuarenta años de servicio el teniente Juárez había salido de su garita en acto de servicio en quince ocasiones falsas alarmas seis de ellas por lo que su panza crecía ahora descontroladamente amenazando devorarlo en cualquier descuido. Fue un hombre atlético en otro tiempo, cuando llegó al pueblo tras haber salido de la academia era un hombre enérgico con ganas de aprender que tropezó con la inactividad propia de un pueblecito perdido en medio del valle a unos cien kilómetros de la ciudad mas próxima.
Garita de policía: primera hora de la mañana. Música suave en la calle.
El señor Juárez deja el periódico sobre la mesa, se levanta para recoger un vaso y se prepara un café, negro como un pozo profundo. El café del más malo que se podía encontrar en esta región de Sudamérica, aunque la fama se le daba realmente al café colombiano o ecuatoriano, en los Andes se sentía gran aprecio por el café autóctono, ese por desgracia no era el caso.
Juárez
Mierda de café. Tengo que pedirle al señor Sigüenza un saco de ese café tan rico que le traen de Venezuela. Que grano mas agradable, me recuerda al algodón de azúcar por su dulzura.
Da un par de sorbos a la taza, pone cara de asco como si su paladar estuviese siendo atacado por hondonadas de hierro líquido.
Juárez
Esto no es lo mismo.
Retorna a su escritorio, abre el periódico por el relato diario para continuar leyendo los extraños casos del resto del mundo. Por que por aquí no pasa nada interesante. En la pantalla del ordenador el informe sobre el accidente en el parque, nada es concluyente.
Alrededor de las 8 de la mañana la señora Sigüenza viene a llevarle al mocoso de su hijo para que, mientras los adultos desayunaban, el pequeño se divirtiese con el arma del agente que siempre se la prestaba antes de ir a casa del profesor. Una decisión peligrosa de no ser porque el arma nunca estaba cargada a la llegada del crío, en honor a la verdad nunca había sido cargada desde que salió de la tienda, no era necesario para un lugar tan apacible en el que nunca pasa nada…solo accidentes como el del parque o algún accidente que otro en el matadero. Se encontraba permanentemente activo, no se paraba de día ni de noche casi todos los hombres y mujeres del pueblo vivían de él casi exclusivamente por lo que no es extraño que los habitantes desdeñaran montar negocios propios estando sus necesidades cubiertas La señora Sigüenza era muy atenta, siempre desde que Juárez vino al pueblo asimilaron una rutina que permaneció intacta con el tiempo ,ella a las ocho de la mañana antes de llevar al crío a clase e ir a trabajar le llevaba un café con bollos para desayunar juntos, siempre hablaban sobre música. Durante todo el desayuno parlotean.
Juárez
¿Qué te parece el nuevo estilo que hemos introducido en el hilo musical? Un poco de tango argentino, ya estamos próximos al festival de otoño y vamos a vestir todo el Río de la Plata de carnaval.
Sra. Sigüenza
Me gusta la mezcla, no había imaginado que el chill y el tango funcionaran tan bien.
Tengo que dejarte unos discos que mi marido compró en una ocasión que fue a Buenos Aires, Dum&bass, Jazz fusión, un grupo español llamado los Cometas…o algo así.
Coge el orondo policía el gran donut que se entreveía bajo las ensaimadas sin un atisbo de misericordia lo introduce en sus fauces leoninas de donde ya jamás volverá, la señora observa estos gestos mientras le habla profundamente emocionada de los discos que le gustaría escuchar.
(Desde la calle el niño grita, vocifera exhortando amenazadores bramidos a los coches y los transeúntes)
Niño
Basura, que crees que es esto. (Levanta el arma) Mas te valdría quitar tu culo de mi presencia, escoria.
Siempre al pobre señor Perales que como todas las mañanas a esa hora se dirigía a cubrir su puesto de encargado del despiece de la carne en el matadero,
Perales
Todos los días dándome por culo, porque no vas a darle patadas a un árbol con la
espinilla. Siempre el puto niño a la misma hora. Un día te vas a cagar…
Niño
No protestes en mi cara, no quiero volver a verte. (Le apunta y aprieta el gatillo)
Ciao, bastardo, hasta mañana.
Perales se alejaba lentamente despidiéndose de su diario asesino con el que le unía una relación de respeto y cariño que superaba cualquier amor, adversarios virtuales durante treinta segundos al día para el adulto se había convertido en una comedia con la que alegrarse la matinée. Desafiando con la mirada a un niño de 15 años era participe del drama de sus vidas convertida en parodia por la costumbre. La madre siempre advertía tarde con una ensaimada en la mano.
Sra. Sigüenza
¡Andrea! Deja de fastidiar al señor Perales que tiene que trabajar, vete con eso detrás de la garita donde pueda verte.
El niño, muy servicial, recoge su juguete del suelo y se dirige con paso marcial detrás de la garita, donde comienza a actuar como un espía se revuelca por el suelo, tras los árboles, sobre ellos.
Los mayores terminan de desayunar. La señora recoge lo sobrante tirándolo en una bolsa. Son las ocho y veinte, la mujer se da media vuelta para irse pero en el marco de la puerta se para. Desde la puerta, de espaldas pregunta.
Sra. Sigüenza
Lo que le ocurrió ayer a Horacio y Maika… en el parque…fue un sabotaje, ¿verdad? Una farola no se desprende con tal facilidad, y estaba cortada, ¿lo vas a negar?
Juárez
Si, fue saboteada…pero es imposible saber de quien se trata. No tenemos huellas, no tenemos pistas. Sabemos que fue saboteada pero sin un rastro del autor no podemos seguir a nadie. Debemos pensar que fue un desgraciado accidente. Deja que yo me encargue, si pasa algo en este pueblo seré yo el primero en saberlo. Y el saboteador no quedara impune.
Sra. Sigüenza
Gracias, que se dé bien. (A su hijo) Vamos Andrea, devuélvele la pipa a Juárez que la va a necesitar para encontrar al saboteador. Ten cuidado, Guillermo. (A Juárez)
Andrea
Macho, esta pistola pesa demasiado, cuando hables con el comandante dile que se planteé comprar una colt 45 reglamentaria, es la que utiliza la policía americana y que también usan en Buenos Aires, me lo enseñó un policía cuando estuve con mi padre.
Sra. Sigüenza
Vamos Andrea, ya casi no llegamos, el profesor se enfadará conmigo si llegamos tarde.
Hasta mañana Guillermo.
Andrea
Adiós Juárez. Díselo al comandante.
El torbellino pasa un día más por la garita llenando de vida las calles del pueblecito, corriendo con su madre se aleja por la carretera camino a casa del profesor. Como todas las mañanas…rutina. Cuando ya comenzaban a aparecer los demás trabajadores que puntualmente encaminaban su paso colina arriba. Todos vestidos de calle nadie diría que trabajan en semejante sitio.
La señora y su hijo cruzaron la verja cuando daban las ocho treinta y cinco, un alto frente a la puerta, cogen aire mientras la madre prepara a su hijo sin que este se mueva un ápice, le arregla la camisa. Lo besa y llama a la puerta tras lo cual sale a la carrera.
Sra. Sigüenza
Andrea portate bien, nos vemos en casa. (Cruza el seto y desaparece rauda)
Su hijo, clavado como un perchero, espera a que la puerta se abra, unos pasos dentro y a continuación abren. En el umbral, el profesor con cara de perro esperando encontrar a la señora junto a su hijo hace un mohín y se aparta para que pase el chico, cerrando la puerta a su paso. El chiquillo va directo al salón, con apariencia de improvisada clase con los pupitres, cinco, en el centro de la estancia, la pizarra delante junto a la chimenea tapando la ventana del jardín. Andrea ocupa el suyo, el pupitre central, a su lado izquierdo; Cristina, al derecho Gloria, detrás sus esbirros, Carlos y Franco en los flancos.
Profesor
Da comienzo la clase.
La actividad en la colina amenazaba frenesí en cuestión de minutos, todo está en marcha. El humo sale a borbotones por las cuatro bocas borrando parte de la visión bucólica que ofrece el valle a primera hora de la mañana. El parking de automóviles, repleto. Unos cincuenta coches, la gran mayoría negros, en dos filas del alargado aparcamiento. Los granjeros que cuidan de las vacas las sacan a esta hora para pastar, las ovejas y los cerdos llevan ya algún tiempo revolcándose libremente en sus corrales, mientras los operarios de limpieza salen ahora hacia sus casas tras una noche agotadora.
Dentro del matadero: sala de envasado.
Perales anda buscando a alguien entre las maquinas de envasar, con el delantal ensangrentado la mascarilla en el cuello, inmaculado con sus gafas y su pañuelo blanco en la cabeza, de no ser por la sangre. Mira a un lado y a otro, asoma la cabeza por encima de cajas de longaniza, entre estanterías de chorizo y demás delicatessen pero solo ve inspectores de calidad y envasadoras, unos con sus carpetas o en el laboratorio y otras envasando toda clase de embutidos cárnicos. De repente un dedo aparece por la cinta transportadora, la primera envasadora lo recoge, y se va tras Perales.
Envasadora 1
¿Vienes buscando esto? Por casualidad.
Perales la mira de arriba abajo sin decir nada.
Envasadora 2 (desde el fondo de la sala)
Carniceros chapuceros. A ver si enviáis menos carne de cerdo y más ternera.
Ríen a conjunto el coro de envasadoras excepto la que aún sostiene el dedo en la mano Perales parado frente a ella, recoge el dedo.
Perales
Si ves a Henrich, házmelo enviar. Tenemos un problema de sobreproducción y necesito su ayuda.
Y con el dedo sangrante en la mano enguantada acelera el paso hasta la sala de urgencias donde su propietario se alegrará enormemente de ver su anular.
Sala de urgencias: pequeño habitáculo donde sólo hay una camilla, un gotero, en la esquina un escritorio con su silla y montones de papeles.
El desgraciado que había perdido un dedo esta tirado en la camilla con un vendaje exagerado que le cubre toda la mano, la enfermera fumando un pitillo en su escritorio cuando Perales hace aparición con el susodicho.
Perales
¿De quién es esto? (Preocupado)- Mira a la enfermera que solo levantando la mirada indica al infeliz.- Tío, eres peor que la dolorosa. Cuatro veces el dedo, tres de ellas el mismo. Pareces destinado a perderlo.
Amputado
Pedro, que me lo cosan. Por Dios y la Dolorosa que me lo vuelvan a poner.
Perales
Enfermera póngale un sedante, le duele mucho. González, (al herido) ¿como tienes la mano? ¿Has perdido alguno más? Te duele mucho. (Poniendo cara de dolor.) Espera lo pondré en hielo.
Coge una pequeña nevera con hielo de debajo de la camilla y mete el dedo amputado entre los cubitos. Mira a la enfermera que sigue a su rollo, un cigarrillo tras otro escribiendo sus informes.
Perales
Señora, (lo fulmina con la mirada) ¿cuándo se lo reimplantara? ¿Podrá volver a moverlo?
La enfermera se levanta, tiene aspecto de cuarentona amargada pero solo tiene treinta y seis… aunque, si, esta amargada. Su cintura está varios centímetros por debajo de donde mandan los cánones pero eso no le importa. Le jode que la traten de vieja con su alma tan jovial… o eso piensa ella. Va directa a por el gotero. Tumba al paciente y le inyecta la vía.
Enfermera
En cuanto el sedante haga efecto.
Neveras: ala 3 de los inmensos congeladores.
Miles de toneladas de carne, piezas enteras colgadas de los enormes ganchos, vacas desolladas a un pie del suelo, junto a sus terneritos, muy tierno… y cartilaginoso. Una tras otra, espinazos, vísceras y patas en una sucesión macabra sin final. A eso sumados los cuarenta y pico grados bajo cero es una estampa infernal rojiblanca. Entre todo ese desguace operarios ataviados con trajes anticongelantes para soportar las bajas temperaturas, con su escafandra al mas puro estilo Nasa, pero entre paletillas. Hacían grandes esfuerzos los fornidos porteadores para enganchar las grandes piezas de carne. Se abre la puerta gigante del congelador y un traje algo mas pequeño que los otros, atraviesa la sala en dirección a los porteadores, cuando está a su altura les hace un gesto de salir y lo acompañan.
Pasillo de los congeladores: largo, estrecho, una puerta tras otra. Tubos de refrigeración cubren todo el techo.
Todos se despojan de la escafandra, los porteadores son robustos con cara cuadrada y arrugada, en cambio el otro tipo es mas bien asceta tirando a canijo, cara afilada con perilla.
Porteador 1
¿Qué pasa Sigüenza?
Sigüenza
Tenéis que despejar los congeladores nueve y diez. Perales me ha dicho que tienen demasiada carne amontonada en la sala de envasado y necesitamos vaciar algún congelador. ¿Dónde esta Hendrich? ¿Lo habéis visto hoy?
Porteador 1
Estará en el cinco. Cargando el pedido de Mendoza. Llevan desde ayer cargando un camión tras otro. Creo que tendremos el congelador listo en una hora.
Porteador 2
De momento que traigan lo que puedan y lo vamos ordenando en otros congeladores.
Sigüenza
Vale, si veis a Hendrich que os eche una mano.
Sube un par de escalones, ya cuando los porteadores se daban la vuelta.
Sigüenza
Por cierto, González ha vuelto a cortarse el dedo. Increíble que aún lo conserve.
Bueno andate a ver si podéis hacer un hueco.
Y, ahora sí, se va.
Casa del profesor: la música del hilo ambiental es animada, aunque el barrio este vacío.
Los alumnos siguen atentamente la explicación, el profesor con un mando en la mano pasa una tras otra las diapositivas, da una breve explicación. Es la hora de historia del arte.
Profesor
Los ciudadanos medievales alimentaban la idea de la catedral como elemento divino conectado directamente con Dios, por lo tanto el edificio debía servir como instrumento de propagación de la fe cristiana. Para este fin se incluyeron en su decoración gran cantidad de escenas bíblicas tanto en la estructura de la propia catedral, véase el pórtico o los pilares, como en sus murales y vidrieras; puramente decorativas. Estas imágenes servían para instruir al pueblo mayoritariamente analfabeto, que tenía así más fácil su comprensión. Aparte de liturgias eclesiásticas, también se celebraban mercados en su interior. Además tenían otras funciones para la vida cotidiana del lugar. Las ciudades de Europa competían entre si para tener la catedral mas vistosa ya que era una demostración de prestigio y progreso.
Mientras decía esto acompañaba sus frases con imágenes ilustrativas gesticulando refinadamente acompasando con el tono de su voz. Sus aires de superioridad la daban severidad a su explicación convirtiéndolo en una caricatura de sacerdote. Los chicos por momentos atentos y distraídos por igual se levantaban e iban a la cocina a por agua o al cuarto de aseo sin importar la aprobación del profesor que en ningún momento interrumpía su verborrea. Suena el teléfono.
Profesor
Chicos podéis salir. Tenéis media hora de asueto.
Los alumnos abandonan la clase en orden sin armar mucho escándalo, sin recoger sus bártulos. El profesor coge el auricular.
- Interior: un pasillo.
Son solo las diez y ya ando fregando este mugriento suelo, ya le dije mil y una veces al viejo que mas valdría cambiarlo que estar fregándolo todas las noches. La sangre no se va fácilmente, mas aun cuando esta reseca formando amplios núcleos en los que se encuentra totalmente coagulada, en ocasiones, me ha mandado el viejo a limpiar con una pequeña espátula, a mí siempre me ha gustado rascarla por su semejanza con el linóleo al ser rasgado con la gubia afilada. En mi adolescencia había practicado esta técnica plástica y los resultados, tan irregulares y lineales me encantaban. Lo siento este trabajo es desagradable para el menos escrupuloso, yo solo necesito pensar en símiles que me hagan mas fácil soportar que me encuentro en lugar más loco y sangriento del mundo, hacemos de todo: cortamos cabezas, troceamos cadáveres los lavamos bien, aunque nunca es suficiente, trasladamos los restos empaquetados y ya están listos para ser enviados al cliente que solícitamente encargó su pieza. Soy solo una pieza mas del…
MATADERO.
En lo mas alto de una colina exhalando pútridos humos por dos de sus cuatro bocas se levanta un edificio de proporciones míticas que empequeñeceríamos solo con mirarlo no tanto por su vastedad sino por aparentar amabilidad con esa pinta de granja de pollos y vacas escondiendo los terribles y crueles sucesos por los que lloran sus muros. Originariamente pensado para albergar turbas de obreros enfurecidos trabajando sin descanso en turnos de doce horas para sacar adelante la planta siderúrgica que es lo que era…originariamente.
Una pareja de enamorados pasean por el pueblo al pie de la fábrica junto a la fuente del parque, se detienen y se besan. No saben cuan cerca está el fin de ambos.
Muchacha
Cielo, el año que viene voy a estudiar fuera, lo sabes ¿no? No quiero que lo nuestro acabe y tengo miedo de que no soportes la soledad.
Muchacho
No, te prometo estar bien. Te esperaré tanto como haga falta. Yo también tengo miedo de que te sientas sola. ¿Estas segura de que no te arrepentirás? Quiero que hagas realidad tus sueños, pero me gustaría que lo hicieras conmigo.
Muchacha
Todo será como soñado. Estaré de vuelta pronto, casi no sabrás que me he ido. – ríe sinceramente pasa sus brazos por el cuello de su amante y le planta un beso al que solo le faltaba la cámara dando vueltas alrededor.
Todo muy pástel, un empacho de bobaliconeria que bien se merecía un par de tiros a cada uno…la estampa de cine, los dos frente a la fuente fundidos en un amor inquebrantable, alrededor y a lo largo del parque algunos señores mayores fumando un cigarrito comentando las ultimas noticias políticas o algún que otro joven “despistado” anda a las doce de la mañana tirado con compañeros pasándose una pequeña pelotita multicolor. La pareja reemprende su marcha livianos, flotan de amor, escasos metros más adelante el tacón de la chica se desprende de la suela y se detiene, el chico continúa un momento y cuando se percata se para en seco. Instante en el que cae sobre ellos en perpendicular una farola que impacta sobre el hombro del chico partiendo su cuerpo cual folio, tal vez un folio hubiese puesto más resistencia, muere en el acto, su columna se desencaja como una pieza de un puzzle mal colocada y queda en una horrible e inhumana posición pero la chica tiene peor suerte ya que se lleva el golpe en la espalda, quebrándose por la cintura y perdiendo toda sensibilidad en las piernas mala suerte que el golpe en la cabeza ha sido demasiado suave para provocarle la muerte y se desangra lentamente por las múltiples hemorragias que, aunque graves, no la han matado.
Grita, llora, gasta sus últimos alientos pidiéndoles ayuda a los señores que leían despreocupadamente los periódicos. Los abuelos no saben que hacer y los mozalbetes llegan raudos a oler lo que pasa, la chica casi no puede articular palabra y ya solo emite bocanadas de aire.
Abuelo 1
¡Por dios, que alguien llame una ambulancia! Pero pobre chica.
Abuelo 2
Ya estoy llamando, (Dándose la vuelta) No me lo puedo creer. (Contestan) ¿Si? ¿Hola? ¡Señorita mande inmediatamente una ambulancia a la plaza del pueblo! URGENTE. (A viva voz)
Mientras el otro señor mayor se acerca a la joven y comienza a procurarle asistencia, por todos los medios intentan levantar la farola que aprisiona a la chica pero es innecesario y peligroso ya que, en ese estado solo conseguirían que las heridas se le abrieran en el momento de levantarla para morir desangrada en pocos minutos.
Abuelo 3 (junto a ella.)
No te preocupes. La ambulancia llegara en seguida, no te preocupes.
El abuelo esta trastornado nunca había imaginado nada tan terrible en su pequeño pueblo de provincias, nada hacia sospechar un desastre así, de esta magnitud, estaba destrozado. Sus manos tenían sangre de la joven y aun así no se lo creía, una lágrima brotó de sus cuencas, el resto de su vida vacías; ya que tras el suceso se arrancó los ojos.
La nota frívola nos la regalan amablemente y con toda su inocencia los niños que, no contentos con el espectáculo lamentable de la chica atrapada, se acercan al novio muerto en una flexible postura con sendos palos, hurgando con ellos las heridas del muerto sin que este dé una queja formal, esta muerto obviamente. Nadie observa a los mocosos que incordian el cuerpo con saña hasta que este les devuelve la jugada partiéndose, ahora si, completamente por la mitad y matando consecuentemente a su enamorada.
Las asistencias llegaron muy tarde. Los forenses llegaron pronto.
TV
La policía inspeccionó la escena, encontraron marcas en la farola que podrían corresponder con algún tipo de hoja afilada tal vez un hacha o un cuchillo descartan por tanto el uso de sierras ya que la marca era completamente lisa por lo que la investigación esta siendo muy complicada dado el amplio número de armas blancas que tienen que cotejar. No se encontraron pistas más relevantes. Seguiremos informando.
Nublado tras las cortinas casi inexistentes se apreciaban las uñas sin cortar del dueño de la casa sobre el quicio de la ventana, fuera, donde va a parar todo aquel nauseabundo humo que tapa las fosas nasales como si fuera manteca, hablan las chicas junto al árbol, una música electrónica de melodía indescifrable suena desde algún sitio, pero el amplio barrio residencial es un laberíntico espacio lúdico en el que nadie podría decir a ciencia cierta de donde provenía el sonido, algún rollo de radio-frecuencias. Que provocaba extraños fenómenos aditivos. Las chicas lo ignoraban.
Chica 1
¿Has visto a Andrea esta mañana? ¡Qué mono! Me encanta que se ponga esos sombreros tan elegantes, parece tan sofisticado y misterioso, me intrigaría saber alguno de esos secretos que custodia. Es demasiado interesante.
Chica 2
Tienes razón. Es guapo, además. Y tremendamente sexy. No me importaría echarle el lazo. Realmente yo solo quiero que baile conmigo uno de esos cadenciosos tangos. Cristy, échame una mano te prometo que después será completamente tuyo pero yo también quiero disfrutar de esos bailes entre la gente tal como lo hacen las princesas de los cuentos.
Cristina
Claro, mujer estaré encantada de concederte el baile final en las fiestas de este año pero deberías hablar con el principal interesado para prepararte físicamente. Esta tarde tengo clase con él si quieres ven a vernos y hablaremos sobre tu puesta en escena. (Solemne) La grandiosa Gloria, interpretara el tango de la muerte junto al temerario Andrea. Jajaja
Gloria
Si, la verdad es que tiene gracia. Jajajajaja,
Las amigas ríen despreocupadamente trazando planes para las próximas fiestas patronales con la joven presa de sus deseos en el punto de mira, ambas pretendían hacerlo suyo pero a pesar de su juventud no hay disputas ni malos modos en sus formas. Tal vez por criarse los tres juntos en un ambiente familiar tan amplio como el de todo un pueblo.
Creo que como narrador me corresponde la idea de situar los hechos sino todo lo acontecido seria menos comprensible así que interesado lector le dedico ahora un poco de tiempo a esa tarea…
Una vez traspasadas las primeras líneas del relato diario del periódico local todo comenzaba a tomar forma a las primeras horas de la mañana. En la villa solo él estaba despierto desde las seis de la mañana, alguien tenía que hacerlo, alguien tenia que proteger al ciudadano, aunque en honor a la verdad en cuarenta años de servicio el teniente Juárez había salido de su garita en acto de servicio en quince ocasiones falsas alarmas seis de ellas por lo que su panza crecía ahora descontroladamente amenazando devorarlo en cualquier descuido. Fue un hombre atlético en otro tiempo, cuando llegó al pueblo tras haber salido de la academia era un hombre enérgico con ganas de aprender que tropezó con la inactividad propia de un pueblecito perdido en medio del valle a unos cien kilómetros de la ciudad mas próxima.
Garita de policía: primera hora de la mañana. Música suave en la calle.
El señor Juárez deja el periódico sobre la mesa, se levanta para recoger un vaso y se prepara un café, negro como un pozo profundo. El café del más malo que se podía encontrar en esta región de Sudamérica, aunque la fama se le daba realmente al café colombiano o ecuatoriano, en los Andes se sentía gran aprecio por el café autóctono, ese por desgracia no era el caso.
Juárez
Mierda de café. Tengo que pedirle al señor Sigüenza un saco de ese café tan rico que le traen de Venezuela. Que grano mas agradable, me recuerda al algodón de azúcar por su dulzura.
Da un par de sorbos a la taza, pone cara de asco como si su paladar estuviese siendo atacado por hondonadas de hierro líquido.
Juárez
Esto no es lo mismo.
Retorna a su escritorio, abre el periódico por el relato diario para continuar leyendo los extraños casos del resto del mundo. Por que por aquí no pasa nada interesante. En la pantalla del ordenador el informe sobre el accidente en el parque, nada es concluyente.
Alrededor de las 8 de la mañana la señora Sigüenza viene a llevarle al mocoso de su hijo para que, mientras los adultos desayunaban, el pequeño se divirtiese con el arma del agente que siempre se la prestaba antes de ir a casa del profesor. Una decisión peligrosa de no ser porque el arma nunca estaba cargada a la llegada del crío, en honor a la verdad nunca había sido cargada desde que salió de la tienda, no era necesario para un lugar tan apacible en el que nunca pasa nada…solo accidentes como el del parque o algún accidente que otro en el matadero. Se encontraba permanentemente activo, no se paraba de día ni de noche casi todos los hombres y mujeres del pueblo vivían de él casi exclusivamente por lo que no es extraño que los habitantes desdeñaran montar negocios propios estando sus necesidades cubiertas La señora Sigüenza era muy atenta, siempre desde que Juárez vino al pueblo asimilaron una rutina que permaneció intacta con el tiempo ,ella a las ocho de la mañana antes de llevar al crío a clase e ir a trabajar le llevaba un café con bollos para desayunar juntos, siempre hablaban sobre música. Durante todo el desayuno parlotean.
Juárez
¿Qué te parece el nuevo estilo que hemos introducido en el hilo musical? Un poco de tango argentino, ya estamos próximos al festival de otoño y vamos a vestir todo el Río de la Plata de carnaval.
Sra. Sigüenza
Me gusta la mezcla, no había imaginado que el chill y el tango funcionaran tan bien.
Tengo que dejarte unos discos que mi marido compró en una ocasión que fue a Buenos Aires, Dum&bass, Jazz fusión, un grupo español llamado los Cometas…o algo así.
Coge el orondo policía el gran donut que se entreveía bajo las ensaimadas sin un atisbo de misericordia lo introduce en sus fauces leoninas de donde ya jamás volverá, la señora observa estos gestos mientras le habla profundamente emocionada de los discos que le gustaría escuchar.
(Desde la calle el niño grita, vocifera exhortando amenazadores bramidos a los coches y los transeúntes)
Niño
Basura, que crees que es esto. (Levanta el arma) Mas te valdría quitar tu culo de mi presencia, escoria.
Siempre al pobre señor Perales que como todas las mañanas a esa hora se dirigía a cubrir su puesto de encargado del despiece de la carne en el matadero,
Perales
Todos los días dándome por culo, porque no vas a darle patadas a un árbol con la
espinilla. Siempre el puto niño a la misma hora. Un día te vas a cagar…
Niño
No protestes en mi cara, no quiero volver a verte. (Le apunta y aprieta el gatillo)
Ciao, bastardo, hasta mañana.
Perales se alejaba lentamente despidiéndose de su diario asesino con el que le unía una relación de respeto y cariño que superaba cualquier amor, adversarios virtuales durante treinta segundos al día para el adulto se había convertido en una comedia con la que alegrarse la matinée. Desafiando con la mirada a un niño de 15 años era participe del drama de sus vidas convertida en parodia por la costumbre. La madre siempre advertía tarde con una ensaimada en la mano.
Sra. Sigüenza
¡Andrea! Deja de fastidiar al señor Perales que tiene que trabajar, vete con eso detrás de la garita donde pueda verte.
El niño, muy servicial, recoge su juguete del suelo y se dirige con paso marcial detrás de la garita, donde comienza a actuar como un espía se revuelca por el suelo, tras los árboles, sobre ellos.
Los mayores terminan de desayunar. La señora recoge lo sobrante tirándolo en una bolsa. Son las ocho y veinte, la mujer se da media vuelta para irse pero en el marco de la puerta se para. Desde la puerta, de espaldas pregunta.
Sra. Sigüenza
Lo que le ocurrió ayer a Horacio y Maika… en el parque…fue un sabotaje, ¿verdad? Una farola no se desprende con tal facilidad, y estaba cortada, ¿lo vas a negar?
Juárez
Si, fue saboteada…pero es imposible saber de quien se trata. No tenemos huellas, no tenemos pistas. Sabemos que fue saboteada pero sin un rastro del autor no podemos seguir a nadie. Debemos pensar que fue un desgraciado accidente. Deja que yo me encargue, si pasa algo en este pueblo seré yo el primero en saberlo. Y el saboteador no quedara impune.
Sra. Sigüenza
Gracias, que se dé bien. (A su hijo) Vamos Andrea, devuélvele la pipa a Juárez que la va a necesitar para encontrar al saboteador. Ten cuidado, Guillermo. (A Juárez)
Andrea
Macho, esta pistola pesa demasiado, cuando hables con el comandante dile que se planteé comprar una colt 45 reglamentaria, es la que utiliza la policía americana y que también usan en Buenos Aires, me lo enseñó un policía cuando estuve con mi padre.
Sra. Sigüenza
Vamos Andrea, ya casi no llegamos, el profesor se enfadará conmigo si llegamos tarde.
Hasta mañana Guillermo.
Andrea
Adiós Juárez. Díselo al comandante.
El torbellino pasa un día más por la garita llenando de vida las calles del pueblecito, corriendo con su madre se aleja por la carretera camino a casa del profesor. Como todas las mañanas…rutina. Cuando ya comenzaban a aparecer los demás trabajadores que puntualmente encaminaban su paso colina arriba. Todos vestidos de calle nadie diría que trabajan en semejante sitio.
La señora y su hijo cruzaron la verja cuando daban las ocho treinta y cinco, un alto frente a la puerta, cogen aire mientras la madre prepara a su hijo sin que este se mueva un ápice, le arregla la camisa. Lo besa y llama a la puerta tras lo cual sale a la carrera.
Sra. Sigüenza
Andrea portate bien, nos vemos en casa. (Cruza el seto y desaparece rauda)
Su hijo, clavado como un perchero, espera a que la puerta se abra, unos pasos dentro y a continuación abren. En el umbral, el profesor con cara de perro esperando encontrar a la señora junto a su hijo hace un mohín y se aparta para que pase el chico, cerrando la puerta a su paso. El chiquillo va directo al salón, con apariencia de improvisada clase con los pupitres, cinco, en el centro de la estancia, la pizarra delante junto a la chimenea tapando la ventana del jardín. Andrea ocupa el suyo, el pupitre central, a su lado izquierdo; Cristina, al derecho Gloria, detrás sus esbirros, Carlos y Franco en los flancos.
Profesor
Da comienzo la clase.
La actividad en la colina amenazaba frenesí en cuestión de minutos, todo está en marcha. El humo sale a borbotones por las cuatro bocas borrando parte de la visión bucólica que ofrece el valle a primera hora de la mañana. El parking de automóviles, repleto. Unos cincuenta coches, la gran mayoría negros, en dos filas del alargado aparcamiento. Los granjeros que cuidan de las vacas las sacan a esta hora para pastar, las ovejas y los cerdos llevan ya algún tiempo revolcándose libremente en sus corrales, mientras los operarios de limpieza salen ahora hacia sus casas tras una noche agotadora.
Dentro del matadero: sala de envasado.
Perales anda buscando a alguien entre las maquinas de envasar, con el delantal ensangrentado la mascarilla en el cuello, inmaculado con sus gafas y su pañuelo blanco en la cabeza, de no ser por la sangre. Mira a un lado y a otro, asoma la cabeza por encima de cajas de longaniza, entre estanterías de chorizo y demás delicatessen pero solo ve inspectores de calidad y envasadoras, unos con sus carpetas o en el laboratorio y otras envasando toda clase de embutidos cárnicos. De repente un dedo aparece por la cinta transportadora, la primera envasadora lo recoge, y se va tras Perales.
Envasadora 1
¿Vienes buscando esto? Por casualidad.
Perales la mira de arriba abajo sin decir nada.
Envasadora 2 (desde el fondo de la sala)
Carniceros chapuceros. A ver si enviáis menos carne de cerdo y más ternera.
Ríen a conjunto el coro de envasadoras excepto la que aún sostiene el dedo en la mano Perales parado frente a ella, recoge el dedo.
Perales
Si ves a Henrich, házmelo enviar. Tenemos un problema de sobreproducción y necesito su ayuda.
Y con el dedo sangrante en la mano enguantada acelera el paso hasta la sala de urgencias donde su propietario se alegrará enormemente de ver su anular.
Sala de urgencias: pequeño habitáculo donde sólo hay una camilla, un gotero, en la esquina un escritorio con su silla y montones de papeles.
El desgraciado que había perdido un dedo esta tirado en la camilla con un vendaje exagerado que le cubre toda la mano, la enfermera fumando un pitillo en su escritorio cuando Perales hace aparición con el susodicho.
Perales
¿De quién es esto? (Preocupado)- Mira a la enfermera que solo levantando la mirada indica al infeliz.- Tío, eres peor que la dolorosa. Cuatro veces el dedo, tres de ellas el mismo. Pareces destinado a perderlo.
Amputado
Pedro, que me lo cosan. Por Dios y la Dolorosa que me lo vuelvan a poner.
Perales
Enfermera póngale un sedante, le duele mucho. González, (al herido) ¿como tienes la mano? ¿Has perdido alguno más? Te duele mucho. (Poniendo cara de dolor.) Espera lo pondré en hielo.
Coge una pequeña nevera con hielo de debajo de la camilla y mete el dedo amputado entre los cubitos. Mira a la enfermera que sigue a su rollo, un cigarrillo tras otro escribiendo sus informes.
Perales
Señora, (lo fulmina con la mirada) ¿cuándo se lo reimplantara? ¿Podrá volver a moverlo?
La enfermera se levanta, tiene aspecto de cuarentona amargada pero solo tiene treinta y seis… aunque, si, esta amargada. Su cintura está varios centímetros por debajo de donde mandan los cánones pero eso no le importa. Le jode que la traten de vieja con su alma tan jovial… o eso piensa ella. Va directa a por el gotero. Tumba al paciente y le inyecta la vía.
Enfermera
En cuanto el sedante haga efecto.
Neveras: ala 3 de los inmensos congeladores.
Miles de toneladas de carne, piezas enteras colgadas de los enormes ganchos, vacas desolladas a un pie del suelo, junto a sus terneritos, muy tierno… y cartilaginoso. Una tras otra, espinazos, vísceras y patas en una sucesión macabra sin final. A eso sumados los cuarenta y pico grados bajo cero es una estampa infernal rojiblanca. Entre todo ese desguace operarios ataviados con trajes anticongelantes para soportar las bajas temperaturas, con su escafandra al mas puro estilo Nasa, pero entre paletillas. Hacían grandes esfuerzos los fornidos porteadores para enganchar las grandes piezas de carne. Se abre la puerta gigante del congelador y un traje algo mas pequeño que los otros, atraviesa la sala en dirección a los porteadores, cuando está a su altura les hace un gesto de salir y lo acompañan.
Pasillo de los congeladores: largo, estrecho, una puerta tras otra. Tubos de refrigeración cubren todo el techo.
Todos se despojan de la escafandra, los porteadores son robustos con cara cuadrada y arrugada, en cambio el otro tipo es mas bien asceta tirando a canijo, cara afilada con perilla.
Porteador 1
¿Qué pasa Sigüenza?
Sigüenza
Tenéis que despejar los congeladores nueve y diez. Perales me ha dicho que tienen demasiada carne amontonada en la sala de envasado y necesitamos vaciar algún congelador. ¿Dónde esta Hendrich? ¿Lo habéis visto hoy?
Porteador 1
Estará en el cinco. Cargando el pedido de Mendoza. Llevan desde ayer cargando un camión tras otro. Creo que tendremos el congelador listo en una hora.
Porteador 2
De momento que traigan lo que puedan y lo vamos ordenando en otros congeladores.
Sigüenza
Vale, si veis a Hendrich que os eche una mano.
Sube un par de escalones, ya cuando los porteadores se daban la vuelta.
Sigüenza
Por cierto, González ha vuelto a cortarse el dedo. Increíble que aún lo conserve.
Bueno andate a ver si podéis hacer un hueco.
Y, ahora sí, se va.
Casa del profesor: la música del hilo ambiental es animada, aunque el barrio este vacío.
Los alumnos siguen atentamente la explicación, el profesor con un mando en la mano pasa una tras otra las diapositivas, da una breve explicación. Es la hora de historia del arte.
Profesor
Los ciudadanos medievales alimentaban la idea de la catedral como elemento divino conectado directamente con Dios, por lo tanto el edificio debía servir como instrumento de propagación de la fe cristiana. Para este fin se incluyeron en su decoración gran cantidad de escenas bíblicas tanto en la estructura de la propia catedral, véase el pórtico o los pilares, como en sus murales y vidrieras; puramente decorativas. Estas imágenes servían para instruir al pueblo mayoritariamente analfabeto, que tenía así más fácil su comprensión. Aparte de liturgias eclesiásticas, también se celebraban mercados en su interior. Además tenían otras funciones para la vida cotidiana del lugar. Las ciudades de Europa competían entre si para tener la catedral mas vistosa ya que era una demostración de prestigio y progreso.
Mientras decía esto acompañaba sus frases con imágenes ilustrativas gesticulando refinadamente acompasando con el tono de su voz. Sus aires de superioridad la daban severidad a su explicación convirtiéndolo en una caricatura de sacerdote. Los chicos por momentos atentos y distraídos por igual se levantaban e iban a la cocina a por agua o al cuarto de aseo sin importar la aprobación del profesor que en ningún momento interrumpía su verborrea. Suena el teléfono.
Profesor
Chicos podéis salir. Tenéis media hora de asueto.
Los alumnos abandonan la clase en orden sin armar mucho escándalo, sin recoger sus bártulos. El profesor coge el auricular.
Anuncio de guión
En breves días se podra disfrutar en esta pagina un adelanto de unas diez paginas del guion "Matadero" en proceso de escritura. Que lo disfruten, los interesados.
Cartas desde Iwo Jima
Cuaderno de bitacora a 12 de julio del 2007 : casi tres meses desde mi última aportación a este humilde blog. lo siento por aquellos lectores/as que pasaron por aqui en este tiempo y que no han apreciado ninguna novedad. tras este paron dedicó el siguiente posteo a algunos grupos musicales que ultimamente escucho con asiduidad,gracias inestimablemente al 9 gigas que recientemente he colocado en mi habitacion, sin ti este articulo no seria posible. para comenzar un grupo llamado le punk, de nacionalidad e`pañola , letras irreverentes y profundamente ironicas saben sacarle punta a la vida con humor y buena musica, siempre acompañado de melodias ricas y barrocas con gran amplitud de vientos de ambiente circense. ampliamente recomendable. por otra parte y en un registro distinto, kroke; mal llamada musica tribal o celta que ahonda en melodias suaves ayudandose de piezas electronicas entre mares de gaitas, contrabajos, teclados y tubas a los que añaden elementos ritmicos cotidianos como el tic tac de un reloj. relajante y onirico al mismo tiempo. finalmente para darle un toke movido a esta parrafada, los artic monkeys grupo de veinteañeros que hacen un rock punkarra nada desdeñable, a pesar de su juventud han girado al rededor de todo el mundo con su album debut de estudio y este año presentan en benicassim, su unica actuacion en españa, su segundo disco. mi enhorabuena a los que vayan a verlos. yo ya tendre tiempo de verlos si finalmente me desplazo a barcelona a seguir mis estudios de cine. desde almeria con amor se despide su anfitrion hasta dentro de un par de lineas. arrivederci or deu.
Ebrio de profesión.
En una gasolinera de la estepa manchega. Al atardecer.
Un coche aparece en la lejanía, parece ir muy deprisa levantando nubes de polvo allá por donde pasan sus ruedas, cuando se encuentra a unos cientos de metros, el motor deja de rugir y a este silencio le sigue el chillido del freno de mano. A la altura de la gasolinera aminora considerablemente la marcha y enfila lentamente la rampa que hace de entrada a ella. Se abre la ventanilla del piloto y de ella sale una mano. Pasa, uno tras otro, todos los surtidores y en el último se detiene.
Del coche baja un tipo de unos 45 – 50 años de pelo rubio y alborotado. Lleva gafas de sol; un poco mas grandes de lo normal (¿y eso dicen que es “cool”?) y un corpiño de cuero.
Se acerca con paso desgarbado hacia la tienda.
Coge un par de botellas de vodka, ginebra y whisky y se dirige a la caja.
El dependiente; que andaba absorto de un lado a otro leyendo una revista, se da cuenta de su presencia.
Dependiente. - ¿Me permite, señor? (Le pide las botellas)
Tipo Raro. – Cóbrame también la gasolina.
Dependiente. – Las botellas son 40 y 20 de la gasolina…60 euros, caballero.
Tipo Raro.- Aquí tienes 70. Quédate el cambio y gástatelo en vicios.
Dependiente. – Gracias, majo.
Tipo Raro. – Adiós, carpe diem.
Sale de la tienda para encaminarse a su coche, saca un cigarrillo y juguetea con él entre sus dedos. Una chica de unos 16 años deja la manguera en el surtidor y se introduce en el coche. Le sigue el hombre que saca una cerilla y enciende el cigarrillo. Entra en el coche y le da la cerilla a la chica que baja la ventanilla y le lanza un beso al dependiente, que se había quedado embelesado mirándola, con el que apaga la cerilla que se resbala suavemente de sus dedos.
Tipo Raro. - ¿Te gusta?
Chica. – Es simple coquetería.
Arranca y sale de la gasolinera a una velocidad moderada.
Un coche aparece en la lejanía, parece ir muy deprisa levantando nubes de polvo allá por donde pasan sus ruedas, cuando se encuentra a unos cientos de metros, el motor deja de rugir y a este silencio le sigue el chillido del freno de mano. A la altura de la gasolinera aminora considerablemente la marcha y enfila lentamente la rampa que hace de entrada a ella. Se abre la ventanilla del piloto y de ella sale una mano. Pasa, uno tras otro, todos los surtidores y en el último se detiene.
Del coche baja un tipo de unos 45 – 50 años de pelo rubio y alborotado. Lleva gafas de sol; un poco mas grandes de lo normal (¿y eso dicen que es “cool”?) y un corpiño de cuero.
Se acerca con paso desgarbado hacia la tienda.
Coge un par de botellas de vodka, ginebra y whisky y se dirige a la caja.
El dependiente; que andaba absorto de un lado a otro leyendo una revista, se da cuenta de su presencia.
Dependiente. - ¿Me permite, señor? (Le pide las botellas)
Tipo Raro. – Cóbrame también la gasolina.
Dependiente. – Las botellas son 40 y 20 de la gasolina…60 euros, caballero.
Tipo Raro.- Aquí tienes 70. Quédate el cambio y gástatelo en vicios.
Dependiente. – Gracias, majo.
Tipo Raro. – Adiós, carpe diem.
Sale de la tienda para encaminarse a su coche, saca un cigarrillo y juguetea con él entre sus dedos. Una chica de unos 16 años deja la manguera en el surtidor y se introduce en el coche. Le sigue el hombre que saca una cerilla y enciende el cigarrillo. Entra en el coche y le da la cerilla a la chica que baja la ventanilla y le lanza un beso al dependiente, que se había quedado embelesado mirándola, con el que apaga la cerilla que se resbala suavemente de sus dedos.
Tipo Raro. - ¿Te gusta?
Chica. – Es simple coquetería.
Arranca y sale de la gasolinera a una velocidad moderada.
Una tarde sugerente. (Suspendido)
Una tarde sugerente
+ Escena 1:(Soleada tarde de verano en una terraza de un bar al lado del mar.)
Una chica baja despacio las escaleras que dan a los bares. Dobla la esquina y enfila (lo que se conoce en el argot urbanístico como) el paseo marítimo. Pasa por delante de un par de bares y escucha la música que ponen en cada uno de ellos. Desecha el primero, el segundo y el tercero pero en el cuarto se detiene, ojea a su alrededor en busca de una mesa libre y la encuentra en la esquina derecha del bar que da al paseo. Se acerca a la barra y pide un Bitter-Kas.
Vuelve a su mesa y la ocupa. Da un par de tragos a su bebida y mira su reloj, parece haber quedado con alguien. Escudriña las demás mesas buscando con la mirada una cara conocida pero solo ve a una pareja junto a ella; al lado de la puerta del bar, a un grupo de chicos que parecen universitarios; en frente , y a un par de señores mayores en las mesas del paseo marítimo.
Visto el panorama lanza un resoplido y, de nuevo, mira su reloj. Parece aburrida. Saca un paquete de tabaco de su bolso y, del paquete, un libreto de papel y un plástico con cannabis. Comienza un ritual que le lleva algunos minutos mientras corta una china, desmenuza un cigarro, lo amasa, lo mezcla, lo echa en el papel, lo rula, le pone la boquilla, lo prensa y, tras quemar las briznas que sobresalen de la boquilla, lo enciende.
Esta operación se había llevado a cabo sin ningún disimulo así que ahora todos los elementos que habían participado yacían sobre la mesa y poco a poco los fue devolviendo a su sitio, el libreto y los porros al paquete de tabaco y este al bolso quedando sobre la mesa solo el mechero que había sacado de su bolsillo para encender el canuto. Pero al meter la mano en su bolso para dejar el tabaco, su móvil vibra.
Lo saca rápidamente y se da cuenta de que es un mensaje. Se trata de una foto…pero al parecer la mandan desde un dispositivo Bluetooth así que acepta la transferencia. Le llega la foto, la abre y sus ojos se abren como platos al contemplar al espécimen bastante bien dotado que aparecía en su móvil. La foto mostraba a un hombre en buena forma física (en todos los aspectos) lo que se dice con el rabo al aire y solo cubierto por una mascara de lucha libre y un escueto liguero. De fondo podía verse la mesa que ahora ocupaba ella.
Su primera reacción tras recibir el inesperado regalo es levantar la cabeza en busca del bromista. Su mirada se fija en los universitarios, los ojea uno por uno buscando un cuerpo parecido al de la foto y encuentra dos candidatos perfectos.
- “Han sido ellos”
- “Pero, ¿cuál?...
Ellos eran 4 chicos de los cuales uno era más bien bajo, otro era demasiado grande y los otros no eran calcados al de la foto pero tenían bastantes papeletas.
Por si acaso, antes de abalanzarse como una fiera para pedir justicia y decencia a los jóvenes echó un rápido vistazo a las demás mesas donde se encontraban la pareja, el chico parecía algo más velludo que el de la foto, y a los ancianos, totalmente descartables pero se dio cuenta en este barrido con la mirada, de que un hombre de aspecto extraño se acababa de sentar en una mesa alejada. Lo de aspecto extraño se deduce de su indumentaria de cuero en pleno julio.
Ahora si estaba dispuesta, aunque con dudas, a pedirle explicaciones a los muchachos cuando una mano se apoya en su hombro, sobresaltándola y sacándola de su ensimismamiento, su amiga.
+ Escena 2: (En la terraza del bar.)
La chica, una vez reconocida a su amiga, dispersó su pensamiento por unos segundos… Y tras el shock, agarró a su amiga del brazo y la sentó a su lado.
Cárol- Tengo que decirte una cosa, y es un poco embarazoso, míralo por ti misma.
Le entrega el móvil y ve la foto. No parece disgustada. En absoluto.
Ana – Míralo por el lado bueno… tiene meritos el tío.
C- Pero bueno, ¿y tu eres mi amiga? Tengo la foto de un desequilibrado en bolas.
¡¿Te parece bonito?! (Indignada)
A- Hombre, si amplias un poco la foto… no me parece feo.
C- Serás... zorra. Bueno que hago. Me acaba de llegar. El tío tiene que estar por aquí.
-Su mirada se cruza con el tipo en “cueros”. Jeje. Un escalofrío le recorre el cuerpo.- Yo creo que ha sido ese.- Señala con la cabeza.- Que acaba de llegar.
A- ¿Le vas a tirar los trastos? ¿O que?
C- Le voy a partir los dientes.
Según se va a levantar; la chica, el hombre sospechoso se levanta primero y la chica se vuelve a sentar, asemejando un amago, mientras el tipo se acerca a ellas. Llega a su mesa y apoya sensualmente su codo en la mesa.
Tipo de Cuero – Hola, ¿qué tal? ¿Le gustaría hacerme una felación?
C- Nooo. (Un poco intimidada)
T.C.- Estoy seguro de que a mi me gustaría. Entonces que, ¿quiere hacerme una mamada?
C- Por supuesto que no. (Enfurecida)
T.C.- Pues, entonces de follar ni hablamos.
A- Eres un enfermo.
T.C.- Es una pena, tendré que penetrar a la señora parapléjica que vive al final de mi calle.
Y se va por donde ha venido, dejando en la barra el dinero de su bebida.
T.C.-Hasta mañana, Ricardo. (Al camarero)
Cm- Venga.
Las amigas se habían quedado perplejas ante ser tan infrahumano.
C- Oye, ¿qué tal si nos vamos?
A- Va… vale. (Anonadada)
Las chicas salen de la terraza muy despacio sin mirar atrás muy solemnemente pero a paso ligero una vez encarrilado el paseo marítimo. Mientras, en el otro lado del paseo el chico de la mascara de lucha libre maldice al entrometido.
Tipo de la mascara - Pendejooo.
FIN
+ Escena 1:(Soleada tarde de verano en una terraza de un bar al lado del mar.)
Una chica baja despacio las escaleras que dan a los bares. Dobla la esquina y enfila (lo que se conoce en el argot urbanístico como) el paseo marítimo. Pasa por delante de un par de bares y escucha la música que ponen en cada uno de ellos. Desecha el primero, el segundo y el tercero pero en el cuarto se detiene, ojea a su alrededor en busca de una mesa libre y la encuentra en la esquina derecha del bar que da al paseo. Se acerca a la barra y pide un Bitter-Kas.
Vuelve a su mesa y la ocupa. Da un par de tragos a su bebida y mira su reloj, parece haber quedado con alguien. Escudriña las demás mesas buscando con la mirada una cara conocida pero solo ve a una pareja junto a ella; al lado de la puerta del bar, a un grupo de chicos que parecen universitarios; en frente , y a un par de señores mayores en las mesas del paseo marítimo.
Visto el panorama lanza un resoplido y, de nuevo, mira su reloj. Parece aburrida. Saca un paquete de tabaco de su bolso y, del paquete, un libreto de papel y un plástico con cannabis. Comienza un ritual que le lleva algunos minutos mientras corta una china, desmenuza un cigarro, lo amasa, lo mezcla, lo echa en el papel, lo rula, le pone la boquilla, lo prensa y, tras quemar las briznas que sobresalen de la boquilla, lo enciende.
Esta operación se había llevado a cabo sin ningún disimulo así que ahora todos los elementos que habían participado yacían sobre la mesa y poco a poco los fue devolviendo a su sitio, el libreto y los porros al paquete de tabaco y este al bolso quedando sobre la mesa solo el mechero que había sacado de su bolsillo para encender el canuto. Pero al meter la mano en su bolso para dejar el tabaco, su móvil vibra.
Lo saca rápidamente y se da cuenta de que es un mensaje. Se trata de una foto…pero al parecer la mandan desde un dispositivo Bluetooth así que acepta la transferencia. Le llega la foto, la abre y sus ojos se abren como platos al contemplar al espécimen bastante bien dotado que aparecía en su móvil. La foto mostraba a un hombre en buena forma física (en todos los aspectos) lo que se dice con el rabo al aire y solo cubierto por una mascara de lucha libre y un escueto liguero. De fondo podía verse la mesa que ahora ocupaba ella.
Su primera reacción tras recibir el inesperado regalo es levantar la cabeza en busca del bromista. Su mirada se fija en los universitarios, los ojea uno por uno buscando un cuerpo parecido al de la foto y encuentra dos candidatos perfectos.
- “Han sido ellos”
- “Pero, ¿cuál?...
Ellos eran 4 chicos de los cuales uno era más bien bajo, otro era demasiado grande y los otros no eran calcados al de la foto pero tenían bastantes papeletas.
Por si acaso, antes de abalanzarse como una fiera para pedir justicia y decencia a los jóvenes echó un rápido vistazo a las demás mesas donde se encontraban la pareja, el chico parecía algo más velludo que el de la foto, y a los ancianos, totalmente descartables pero se dio cuenta en este barrido con la mirada, de que un hombre de aspecto extraño se acababa de sentar en una mesa alejada. Lo de aspecto extraño se deduce de su indumentaria de cuero en pleno julio.
Ahora si estaba dispuesta, aunque con dudas, a pedirle explicaciones a los muchachos cuando una mano se apoya en su hombro, sobresaltándola y sacándola de su ensimismamiento, su amiga.
+ Escena 2: (En la terraza del bar.)
La chica, una vez reconocida a su amiga, dispersó su pensamiento por unos segundos… Y tras el shock, agarró a su amiga del brazo y la sentó a su lado.
Cárol- Tengo que decirte una cosa, y es un poco embarazoso, míralo por ti misma.
Le entrega el móvil y ve la foto. No parece disgustada. En absoluto.
Ana – Míralo por el lado bueno… tiene meritos el tío.
C- Pero bueno, ¿y tu eres mi amiga? Tengo la foto de un desequilibrado en bolas.
¡¿Te parece bonito?! (Indignada)
A- Hombre, si amplias un poco la foto… no me parece feo.
C- Serás... zorra. Bueno que hago. Me acaba de llegar. El tío tiene que estar por aquí.
-Su mirada se cruza con el tipo en “cueros”. Jeje. Un escalofrío le recorre el cuerpo.- Yo creo que ha sido ese.- Señala con la cabeza.- Que acaba de llegar.
A- ¿Le vas a tirar los trastos? ¿O que?
C- Le voy a partir los dientes.
Según se va a levantar; la chica, el hombre sospechoso se levanta primero y la chica se vuelve a sentar, asemejando un amago, mientras el tipo se acerca a ellas. Llega a su mesa y apoya sensualmente su codo en la mesa.
Tipo de Cuero – Hola, ¿qué tal? ¿Le gustaría hacerme una felación?
C- Nooo. (Un poco intimidada)
T.C.- Estoy seguro de que a mi me gustaría. Entonces que, ¿quiere hacerme una mamada?
C- Por supuesto que no. (Enfurecida)
T.C.- Pues, entonces de follar ni hablamos.
A- Eres un enfermo.
T.C.- Es una pena, tendré que penetrar a la señora parapléjica que vive al final de mi calle.
Y se va por donde ha venido, dejando en la barra el dinero de su bebida.
T.C.-Hasta mañana, Ricardo. (Al camarero)
Cm- Venga.
Las amigas se habían quedado perplejas ante ser tan infrahumano.
C- Oye, ¿qué tal si nos vamos?
A- Va… vale. (Anonadada)
Las chicas salen de la terraza muy despacio sin mirar atrás muy solemnemente pero a paso ligero una vez encarrilado el paseo marítimo. Mientras, en el otro lado del paseo el chico de la mascara de lucha libre maldice al entrometido.
Tipo de la mascara - Pendejooo.
FIN
Videodromo
Cuaderno de bitacora, a 4 de Abril del 2007:
En esta era tecnologica en la que nos enorgullecemos por que los coches andan mas por menos, los ordenadores pueden lograrlo todo, incluso, acercar a personas que estan miles de kilometros, hay un medio que, a mi modo de ver, se empieza a anquilosar de manera evidente: la television. Es un tema que se lleva tratando desde hace mas diez años en paises como Estados Unidos, parece que el espectador medio ya no le entretiene cualquier cosa, por lo que las grandes compañias televisivas apuestan, en ocasiones, por formatos no solo arriesgados sino rayando la morbosidad. Con todo esto, la televisión pierde ese papel ilustrativo que tenia y se convierte en un medio en el que las masas pueden, sin pudor, reir y burlarse de aquellos que se dejan el pellejo , literal y sino hay esta Jackass, para entretenerles. Asi las cosas, mas localizadamente aqui en España no disponemos, aun, de ese formato en concreto, menos mal, pero proliferan los de tipo rosa, espacios dedicados a instruir al ama de casa avida de sensaciones gracias la vida y obra de unos cuantos cenutrios a los que llaman populares. Por mi parte, y a la television en general, a la mierda con todo. Para mi seria mejor empezar de nuevo pero todos sabemos que es hora de comenzar a apostar por otros medios de autodifusion y entretenimiento.Parece ser verdad aquello que dicen de que los medios son el cuarto poder del estado, pues que se pongan las pilas. Queremos informacion objetiva, Cojones. Dicho queda.
En esta era tecnologica en la que nos enorgullecemos por que los coches andan mas por menos, los ordenadores pueden lograrlo todo, incluso, acercar a personas que estan miles de kilometros, hay un medio que, a mi modo de ver, se empieza a anquilosar de manera evidente: la television. Es un tema que se lleva tratando desde hace mas diez años en paises como Estados Unidos, parece que el espectador medio ya no le entretiene cualquier cosa, por lo que las grandes compañias televisivas apuestan, en ocasiones, por formatos no solo arriesgados sino rayando la morbosidad. Con todo esto, la televisión pierde ese papel ilustrativo que tenia y se convierte en un medio en el que las masas pueden, sin pudor, reir y burlarse de aquellos que se dejan el pellejo , literal y sino hay esta Jackass, para entretenerles. Asi las cosas, mas localizadamente aqui en España no disponemos, aun, de ese formato en concreto, menos mal, pero proliferan los de tipo rosa, espacios dedicados a instruir al ama de casa avida de sensaciones gracias la vida y obra de unos cuantos cenutrios a los que llaman populares. Por mi parte, y a la television en general, a la mierda con todo. Para mi seria mejor empezar de nuevo pero todos sabemos que es hora de comenzar a apostar por otros medios de autodifusion y entretenimiento.Parece ser verdad aquello que dicen de que los medios son el cuarto poder del estado, pues que se pongan las pilas. Queremos informacion objetiva, Cojones. Dicho queda.
Unknow Adress
Cuaderno de bitacora, a 3 de Abril del año 2007:
Me complace darles cabida a todos ustedes en este pequeño lugar del ciber-espacio donde encontraran toda la informacion relativa a mi persona y mi trabajo, así como apuntes y deliveraciones de mis contertulios. Bonna apetite!!!
Me complace darles cabida a todos ustedes en este pequeño lugar del ciber-espacio donde encontraran toda la informacion relativa a mi persona y mi trabajo, así como apuntes y deliveraciones de mis contertulios. Bonna apetite!!!
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